El convenio aprobado por decreto consolida una alianza estratégica entre la Provincia y la petrolera estatal: combustible para la flota oficial, obras clave en la autopista Santa Fe–Rosario y una señal política hacia el agro y la logística.
El gobierno de Santa Fe formalizó a través del decreto provincial 3136/2025 la aprobación del convenio firmado con YPF S.A a fines de junio, un acuerdo que excede largamente lo administrativo y se inscribe en la estrategia política y de gestión que viene desplegando el gobernador Maximiliano Pullaro.
El documento, rubricado también por los ministros Fabián Bastia y Pablo Olivares, establece un marco de cooperación amplio con la empresa de mayoría estatal, orientado a garantizar abastecimiento, infraestructura y servicios en puntos sensibles del territorio provincial. En términos políticos, el mensaje es claro: previsibilidad operativa, respaldo a la obra pública y una relación directa con un actor central del esquema energético nacional.
Uno de los ejes centrales del convenio es el abastecimiento, la gestión y el control de la flota de vehículos de los ministerios y organismos públicos provinciales mediante una plataforma tecnológica. La medida apunta a ordenar costos, transparentar consumos y darle mayor control al gasto operativo, un tema sensible en un contexto de restricción fiscal y ajuste del gasto público.
A esto se suma la provisión de asfaltos e insumos para el mantenimiento de rutas y caminos rurales, un punto clave para una provincia cuya economía depende en buena medida de la circulación de la producción agroindustrial. La inclusión de asesoramiento técnico para el tratamiento de caminos rurales refuerza la señal hacia el interior productivo.
El capítulo más visible del convenio está vinculado a la autopista AP01 Brigadier Estanislao López. Allí se garantiza la continuidad de la explotación de las áreas de servicios en los kilómetros 29 y 101, junto con una renovación integral de las instalaciones.
Pero la novedad política es la proyección de una tercera estación de servicios en el kilómetro 5, cuya construcción quedará atada al inicio de las obras del tercer carril entre Santa Fe y San Lorenzo. El gesto no es menor: el Gobierno provincial ata inversión privada, empresa estatal y obra pública en un corredor estratégico que conecta producción, logística y área metropolitana.
El acuerdo también avanza sobre un terreno clave para Pullaro: el vínculo con el sector productivo. El convenio prevé la provisión de combustibles, lubricantes, fertilizantes y agroquímicos para explotaciones agrícolas e industriales, además de contemplar almacenamiento y acondicionamiento de granos.
En la misma línea, se impulsa el desarrollo de corredores de GNC para transporte de carga y pasajeros, una apuesta que combina reducción de costos logísticos, agenda ambiental y modernización del transporte pesado. Para el Ejecutivo santafesino, se trata de mostrar una gestión orientada a la competitividad sin confrontar con el entramado productivo.
El convenio tendrá una vigencia de tres años, con posibilidad de rescisión anticipada, pero su alcance político va más allá del plazo formal. En un escenario nacional de incertidumbre, Santa Fe busca construir márgenes de autonomía operativa apoyándose en YPF como socio estratégico.
La decisión también funciona como una señal hacia la Casa Rosada y hacia los actores económicos: mientras el debate nacional se concentra en el ajuste y la conflictividad política, la provincia apuesta a acuerdos concretos que garanticen funcionamiento, obras y respaldo al aparato productivo. En clave política, Pullaro consolida un perfil de gestión pragmática, con anclaje territorial y sin estridencias, pero con decisiones de fondo.