La senadora nacional Patricia Bullrich instaló un fuerte debate al sugerir que el PAMI —la obra social de más de cinco millones de jubilados y pensionados— debería dejar de existir. La idea surgió durante una charla en el streaming Economía de Quincho, donde cuestionó la lógica del organismo y propuso trasladar los aportes de los adultos mayores a las obras sociales sindicales.
Bullrich calificó al PAMI como “un error conceptual” y lo comparó con “una compañía de seguros donde todos los autos chocan”. Según su visión, un sistema compuesto íntegramente por personas mayores “no es un seguro, es un gasto brutal acumulado”.
#EconomiadeQuincho
— Damián Di Pace (@DiPace4) December 11, 2025
"A Manrique se le ocurrió hacer el PAMI...y nunca nadie lo desarmo. Es mucho más barato darle ese aporte que hoy pagan al sindicato...en vez de tener un PAMI que además no tiene una atención demasiado buena...es una compañía de seguros donde todos los autos… pic.twitter.com/NmNZx65bt6
Para justificar su postura, sostuvo que sería “más barato” que los jubilados deriven sus aportes a un sindicato, que —según describió— suele desafiliar a sus propios trabajadores al momento de jubilarse. Su argumento se centra exclusivamente en el costo económico del sistema, dejando en segundo plano el carácter social y sanitario del organismo.
Bullrich sugirió que esos fondos pasen a las obras sociales sindicales, que se harían cargo de la cobertura después de la jubilación. Aclaró que la idea “no está en estudio”, pero reconoció que le “gustaría que se piense”.
Aunque dijo que el PAMI “no tiene una atención demasiado buena” y que es “tan grande que nunca nadie lo puede ordenar”, lo central fue su visión sobre el rol del Estado: un gasto que debe ser recortado incluso si afecta a la población más vulnerable.
El PAMI no es solo una obra social: es el único sistema que hoy garantiza medicamentos gratuitos, tratamientos crónicos, prótesis, internaciones domiciliarias y cobertura total para patologías graves como cáncer, diabetes o insuficiencia renal.
Desmantelar el organismo implicaría dejar a millones de jubilados sin acceso asegurado a servicios esenciales que el mercado no podría cubrir al mismo costo.

Para muchos, la propuesta encendió alarmas sobre el futuro del sistema de protección social: los jubilados ya vienen golpeados por jubilaciones bajas, recortes en medicamentos y demoras en prestaciones.
Para entender la magnitud del organismo que Bullrich quiere reemplazar, es clave repasar sus coberturas:
Medicamentos con descuentos del 40% al 80%
Además, el organismo negocia precios especiales con laboratorios, lo que permite achicar el costo final de los medicamentos: un mecanismo que las obras sociales sindicales por sí solas no podrían replicar.
La senadora viene ocupando el centro de la escena desde que asumió su banca. Además de cuestionar el PAMI, defendió la reforma laboral ante el CEO de Techint, Paolo Rocca, y respaldó el modelo de empleo por plataformas.

Su discurso combina un fuerte respaldo a las ideas libertarias de desregulación económica con críticas constantes al rol del Estado en áreas clave como salud, seguridad social y trabajo.
Aunque Bullrich afirmó que la eliminación del PAMI no está en la agenda del Gobierno, su propuesta reavivó el temor de millones de jubilados a perder la única cobertura médica estable que tienen.
El planteo también generó cuestionamientos de especialistas, quienes advierten que el sistema sindical no está preparado para absorber a toda la población mayor ni para garantizar tratamientos de alto costo.
La discusión promete crecer en los próximos meses, en un contexto de recortes, tensiones sociales y un Estado que redefine sus prioridades.