El presidente Javier Milei encabezó este viernes por la tarde una recorrida por la ciudad de Córdoba, acompañado por la secretaria general de la Presidencia y titular de La Libertad Avanza, Karina Milei, en el marco del Tour de la Gratitud, una iniciativa nacional destinada a agradecer el respaldo electoral recibido en los comicios legislativos de octubre.
La actividad tuvo un fuerte contenido político: además del contacto directo con los simpatizantes, Milei utilizó la visita para reafirmar el rumbo de su gobierno, mostrar músculo territorial y anticipar una nueva etapa de reformas estructurales.
La elección de Córdoba no fue casual. La provincia se consolidó como uno de los bastiones electorales de La Libertad Avanza, con un acompañamiento sostenido a Milei desde la campaña presidencial hasta las últimas legislativas.

Para el oficialismo, Córdoba representa un electorado clave: urbano, crítico del peronismo tradicional y receptivo al discurso de ajuste fiscal, orden macroeconómico y reformas promercado. En ese contexto, la recorrida funcionó también como un gesto de fidelización política de cara a los próximos desafíos legislativos y electorales.
Durante la caravana, Milei aseguró que su administración es la primera en cumplir íntegramente las promesas de campaña en tan poco tiempo. Según planteó, los primeros dos años de gestión sentaron las bases para avanzar ahora hacia transformaciones más profundas.
El Presidente sostuvo que el Gobierno ya superó la etapa inicial de estabilización económica y que se encuentra en condiciones de encarar un segundo tramo del programa.

Milei afirmó que los resultados obtenidos permiten pasar de la emergencia al cambio estructural, una idea que el oficialismo busca instalar como eje del relato político.
En ese marco, Milei confirmó el avance de las llamadas reformas de segunda generación, que incluyen:
Uno de los tramos más duros del discurso estuvo vinculado al equilibrio fiscal. Milei se refirió al hecho de que el Gobierno enviará un proyecto de ley para penalizar a los dirigentes que atenten contra el superávit, con condenas de uno a seis años de prisión.
El anuncio no solo tiene impacto jurídico, sino también político: busca disciplinar a la dirigencia y marcar un límite frente a eventuales intentos de revertir el ajuste.

Desde el entorno presidencial interpretan que el respaldo electoral reciente habilita al Gobierno a avanzar con mayor firmeza, incluso frente a resistencias sectoriales o institucionales.
Más allá del tono celebratorio, el Tour de la Gratitud funciona como una herramienta de construcción de poder. Le permite a Milei mostrarse cerca de la gente, reforzar la épica libertaria y enviar señales al sistema político tradicional.
En Córdoba, ese mensaje fue claro: el oficialismo siente que cuenta con respaldo social suficiente para profundizar las reformas, aun en un escenario de conflicto con parte de la oposición y de los actores corporativos.
La gira continuará en otras provincias, pero la parada cordobesa dejó en claro que el Gobierno busca transformar el apoyo electoral en capital político duradero para la próxima etapa de su gestión.
TM