Las declaraciones de Jeannette Jara sobre María Corina Machado introdujeron un nuevo foco de controversia en el cierre de la campaña presidencial chilena. Al señalar que la líder opositora venezolana habría tenido “intentonas golpistas”, la candidata no solo abrió un flanco innecesario en política exterior, sino que expuso una mirada ambigua sobre uno de los símbolos regionales de la lucha contra el autoritarismo. El episodio tuvo impacto inmediato en el debate público y reordenó críticas hacia su figura.
El comentario resultó particularmente sensible por el contexto. Machado es reconocida internacionalmente por su enfrentamiento al régimen de Nicolás Maduro y por su defensa de elecciones libres en Venezuela. Cuestionar su trayectoria sin matices ni evidencias claras fue leído por amplios sectores como una descalificación injustificada, más cercana al discurso de gobiernos autoritarios que a una posición democrática consistente.
La reacción no se hizo esperar. Dirigentes opositores, analistas y referentes de derechos humanos cuestionaron la liviandad del señalamiento y advirtieron que ese tipo de afirmaciones debilitan la credibilidad internacional de Chile. Incluso dentro del propio espacio político de Jara surgieron voces que buscaron relativizar o corregir sus palabras, evidenciando incomodidad interna frente a un error que pudo evitarse.
Desde la vereda contraria, José Antonio Kast capitalizó la situación al exigir una disculpa pública y al presentar el episodio como una señal de tolerancia con prácticas antidemocráticas en la región. El contraste reforzó su narrativa de orden institucional y alineamiento claro con la defensa de la democracia liberal, en un momento en que la coherencia internacional se volvió parte del debate electoral.
Indignación total. Jeannette Jara dice que @MariaCorinaYA ganadora del Premio Nobel de La Paz, es golpista.
— Felipe Kast (@felipekast) December 10, 2025
María Corina es la mujer mas valiente que conozco en política, y una gran defensora de los DDHH y de la democracia. Tanto así que estuvo dispuesta a competir y ganarle a… pic.twitter.com/3bOhVohR1a
Más allá del episodio puntual, el traspié dejó al descubierto una fragilidad en el discurso internacional de Jara. En una elección marcada por la inseguridad y la desconfianza, la ambigüedad frente a regímenes autoritarios aparece como un pasivo político que erosiona su mensaje interno y externo. La política exterior, aun cuando no sea eje central de la campaña, funciona como termómetro de convicciones democráticas.
.@MariaCorinaYA es una valiente defensora de la democracia frente a la dictadura de Maduro.
— Hernan Larrain M. (@HernanLarrain) December 10, 2025
Tildarla de “golpista”, como hizo @jeannette_jara, es repetir la propaganda del régimen venezolano.
Cuando el PC ataca a quien enfrenta dictaduras, queda claro de qué lado está. pic.twitter.com/lxO71sNABz
El cierre de campaña encuentra así a Jara enfrentando un costo político autoinfligido, difícil de revertir en pocos días. En contraste, la polémica consolidó la percepción de que Kast logra capitalizar errores ajenos y proyectar una imagen de definición clara frente a los dilemas regionales. En un escenario de alta polarización, episodios como este pueden inclinar voluntades y reforzar decisiones de voto.