13/12/2025 - Edición Nº1040

Política

Reforma laboral

CGT contra la reforma laboral: la maniobra de Bullrich que altera los plazos

13/12/2025 | La jefa del bloque libertario pidió cambios al proyecto mientras la Casa Rosada abre un canal de diálogo con la CGT para garantizar los votos en el Senado.



La reforma laboral se convirtió en el principal foco de tensión política del oficialismo y obligó a Patricia Bullrich a recalcular la estrategia. El martes al mediodía, la flamante jefa del bloque de La Libertad Avanza en el Senado advirtió que el proyecto enfrentaría más resistencia de la prevista y que la Cámara alta no funcionaría como una escribanía automática. El resultado fue una decisión clave: postergar la presentación formal y pedir modificaciones para evitar un traspié legislativo.

En paralelo, la CGT activó su estructura y anunció una movilización para el jueves 18 de diciembre, con el objetivo de rechazar una iniciativa que considera lesiva para los intereses sindicales. Mientras tanto, Bullrich mantiene dos frentes abiertos: por un lado, el diálogo con el jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans; por otro, la negociación técnica con la Casa Rosada, donde intervienen funcionarios del Ministerio de Desregulación que conduce Federico Sturzenegger y el secretario de Trabajo, Julio Cordero.

El cronograma parlamentario sigue en revisión. Bullrich apunta a iniciar el debate el miércoles en las comisiones de Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda, con una jornada informativa, y avanzar el jueves hacia la firma del dictamen. La sesión en el recinto, si los acuerdos prosperan, quedaría para el lunes 29 de diciembre, en plena antesala de fin de año.

Un actor clave en esta etapa es el bloque radical que preside Eduardo Vischi, cuyos diez senadores aparecen como indispensables para alcanzar el quórum. Si bien existe voluntad de acompañar al Gobierno, el radicalismo ya acercó una lista de cambios para hacer valer su peso político. El PRO, reducido a apenas tres bancas, quedó relegado a un rol secundario en la negociación.

El punto más sensible sigue siendo el capítulo sindical, incorporado a último momento, que modifica los aportes obligatorios y la llamada “cuota solidaria”. La medida impacta de lleno en el financiamiento gremial y explica buena parte del malestar de la CGT. Aunque desde el Gobierno se ensayaron señales de moderación, el texto ingresado al Senado mantuvo ese apartado. Con el freno impuesto por Bullrich, el oficialismo busca ahora un equilibrio: avanzar con una reforma ambiciosa sin romper todos los puentes con un sindicalismo que todavía conserva capacidad de presión, pero también de adaptación al nuevo escenario político.