El Gordo Dan apuntó contra Dante Gebel y rechazó un intento de proyección política

Un nuevo cruce en redes sociales volvió a mezclar política, religión y espectáculo. Daniel “El Gordo Dan” Parisini, uno de los influencers más visibles del universo libertario, salió con los tapones de punta contra Dante Gebel, el pastor evangelista y conferencista motivacional que en las últimas semanas incrementó su presencia pública y comenzó a ser mencionado, en algunos círculos, como una posible figura con proyección política nacional.

Desde su cuenta de X, Parisini descalificó de manera directa cualquier intento de construcción política alrededor de Gebel. “No va a funcionar esto porque es artificial e impuesto desde arriba con guita y poses impostadas. Muy antinatural”, escribió, y contrapuso esa hipótesis con el recorrido que llevó a Javier Milei a la Presidencia. Según su mirada, el actual mandatario se consolidó como un fenómeno “desde abajo, espontáneo y convalidado por la gente”, a diferencia de lo que considera una operación forzada. “No aprendieron nada”, remató.

No va a funcionar esto porque es artificial e impuesto desde arriba con guita y poses impostadas. Muy antinatural. Exactamente lo contrario a Milei, que se hizo desde abajo, espontáneamente, construyendo un fenómeno popular GENUINO convalidado por la gente. No aprendieron nada. https://t.co/l0j1G9pli0

— DAN (@GordoDan_) December 12, 2025

El mensaje apareció en paralelo al crecimiento de la figura pública de Gebel, que viene de protagonizar presentaciones multitudinarias en el Teatro Gran Rex, con un despliegue escénico de alto impacto que combinó prédica, humor, música y relato personal. El show, planteado como parte de una despedida de ese escenario emblemático, reunió a miles de personas y volvió a poner en primer plano el poder de convocatoria del pastor, que desde hace años construyó una audiencia fiel tanto en la Argentina como en el exterior.

La magnitud del espectáculo y la estética cuidada de sus presentaciones reforzaron la percepción de que Gebel atraviesa uno de sus momentos de mayor popularidad. Su estilo, más cercano al de un show internacional que al de una prédica tradicional, lo instaló nuevamente en el centro de la conversación pública y alimentó versiones sobre una eventual incursión en la política, posibilidad que él no confirmó pero que bastó para generar reacciones inmediatas.

La crítica de El Gordo Dan expresa una posición extendida dentro del ecosistema libertario, que mira con desconfianza a figuras surgidas del mundo del espectáculo o la religión que podrían intentar capitalizar su fama en clave política. El contraste con Milei no es casual: para este sector, el Presidente representa un caso singular de construcción política orgánica, sin padrinazgos ni armado tradicional.

El cruce deja expuesto un escenario donde los límites entre fe, entretenimiento y política aparecen cada vez más difusos. Mientras Gebel continúa llenando teatros y ampliando su llegada al público masivo, las reacciones desde el núcleo duro libertario anticipan que cualquier intento de proyección política de figuras “no tradicionales” será rápidamente cuestionado. En esa lógica, para el rol de outsider, sostienen, ya hay un nombre propio: Javier Milei.

Quién es Dante Gebel

Dante Gebel es un pastor evangelista, conferencista motivacional y showman religioso argentino que alcanzó fama masiva a comienzos de los años 2000, cuando empezó a destacarse en el circuito evangélico con predicaciones grabadas, libros y giras internacionales que rápidamente lo sacaron del ámbito estrictamente religioso.

Su popularidad creció de manera sostenida gracias a un formato innovador para el rubro: mensajes breves, emocionales, con humor, storytelling y una puesta en escena profesional, pensada para públicos multitudinarios y amplificada por la televisión primero y las redes sociales después.

La fortuna que acumuló proviene principalmente de ventas de libros, conferencias, entradas a eventos, donaciones voluntarias de fieles y productos asociados a su marca personal, además de contratos y presentaciones en Estados Unidos y América Latina, donde supo convertir la prédica religiosa en un negocio cultural de gran escala, con una estructura profesional y altos niveles de recaudación.

GZ