La escena sorprendió incluso a un electorado acostumbrado a episodios atípicos: un lanzamiento de moneda definió al último candidato presidencial de Perú para las elecciones generales de 2026. El hecho ocurrió dentro del partido Salvemos al Perú, que recurrió al azar tras no poder resolver un empate en sus elecciones internas, dejando una imagen tan legal como políticamente incómoda.
El procedimiento, registrado en video y con presencia de autoridades electorales, determinó que el empresario Antonio Ortiz Villano se impusiera frente a otro aspirante tras elegir “cara”. Aunque el mecanismo está contemplado por la normativa peruana para casos excepcionales, la escena abrió un debate más amplio sobre la solidez institucional de los partidos y la calidad de sus procesos internos.
Desde el punto de vista jurídico, el sorteo no vulnera la legislación electoral. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) prevé mecanismos de desempate cuando las internas no arrojan un ganador claro. En ese marco, el lanzamiento de una moneda se presentó como una salida reglada ante la imposibilidad de repetir la votación o alcanzar consensos internos.
Sin embargo, la legalidad no disipó las críticas políticas. Analistas y sectores de la opinión pública cuestionaron que una candidatura presidencial -símbolo máximo de representación democrática- se defina por azar. Para muchos, el episodio refleja partidos débiles, con escasa capacidad de deliberación y liderazgos poco consolidados.
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— Canal N (@canalN_) December 12, 2025
Partido Salvemos al Perú definirá a su candidato a la presidencia lanzando una moneda este sábado 13 de diciembre
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El episodio no ocurre en el vacío. Perú llega a 2026 tras años de inestabilidad crónica, presidentes destituidos, fragmentación legislativa y una ciudadanía desconfiada. En ese contexto, la imagen de una moneda decidiendo una candidatura presidencial funciona como metáfora de un sistema político incapaz de ordenar sus propias reglas de competencia.
#ULTIMO y el partido Salvemos Perú terminó eligiendo a su candidato lanzando la moneda, salvaron a uno 🤷🏻♂️ #ATENCION #LoUltimo pic.twitter.com/6TwetkdfMz
— Pablo Ramos Rivas (@pabloramosrivas) December 13, 2025
Más allá de Salvemos al Perú, el caso reabre una discusión estructural: sin partidos sólidos, programas claros y mecanismos internos creíbles, la democracia queda reducida a procedimientos formales. El sorteo fue legal, pero dejó una pregunta abierta que trasciende al candidato electo: qué tan representativas pueden ser las opciones que llegarán a la boleta en 2026.