Río Colorado: el operativo en un micro de Vía Tac que terminó en condena

Un control nocturno sobre un micro de larga distancia que ingresaba a Río Colorado permitió desbaratar una maniobra de transporte de cocaína y derivó en la condena de un hombre que había salido desde Ezeiza con la droga oculta entre su equipaje.

El Tribunal Federal de Juicio de General Roca condenó a Oscar Flores Solíz a 4 años y 3 meses de prisión al considerarlo autor penalmente responsable del delito de transporte de estupefacientes. Además, ordenó la destrucción de las muestras del material secuestrado y el decomiso del dinero incautado durante el procedimiento.

El debate oral se desarrolló los días 17, 18, 19 y 25 de noviembre, mientras que el 26 se realizó la audiencia de determinación de la pena. El veredicto fue leído el 3 de diciembre. En el juicio intervino el Área de Investigación y Litigio de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal General Roca, integrada por el fiscal federal Sebastián Gallardo y los auxiliares fiscales Francisco Iglesia Frezzini y Greta Domina.

Durante el debate se acreditó que el 14 de diciembre de 2024 Flores Solíz abordó en Ezeiza un colectivo de larga distancia de la empresa Vía TAC con destino a Río Colorado. Viajaba con dos mochilas y en una de ellas ocultaba 1,995 kilogramos de cocaína.

La maniobra fue detectada a partir de una investigación iniciada cuatro días antes, tras una denuncia anónima que alertó sobre un envío de droga coordinado por un interno de la Unidad Nº5 de General Roca del Servicio Penitenciario Federal. Con esa información, la Dirección de Toxicomanía de la Policía de General Roca montó un operativo en el puesto del SENASA ubicado en el ingreso a Río Colorado.

El colectivo fue interceptado durante la madrugada del 15 de diciembre y, durante la inspección, un perro adiestrado marcó una de las mochilas que pertenecía al imputado, ubicada en el compartimiento superior de su butaca. En su interior se hallaron dos paquetes de cocaína envueltos en bolsas y cinta amarilla, con la figura de un delfín estampada en bajorrelieve.

En su alegato, el fiscal Gallardo sostuvo que la prueba producida permitió reconstruir con claridad la maniobra de transporte y remarcó que los testimonios incorporados fueron coincidentes en cuanto al hallazgo del estupefaciente. También destacó el análisis del teléfono celular secuestrado, del que surgió que, dos días antes del viaje, el acusado había realizado búsquedas vinculadas a controles de drogas en rutas.

Según expuso el representante del Ministerio Público Fiscal, ese comportamiento evidenció un interés previo en conocer los mecanismos de control para intentar eludirlos. Gallardo también descartó los planteos de la defensa sobre una supuesta actuación autónoma de la policía y acreditó que la fiscalía fue informada con antelación del procedimiento y del listado de pasajeros.

Finalmente, el fiscal concluyó que la droga transportada por Flores Solíz estaba acondicionada de un modo que “excedía cualquier hipótesis de consumo personal”, argumento que fue compartido por el tribunal al momento de dictar la condena.