Finalmente, se conoció el nombre del interbloque que será comandado por Cristian Ritondo en la Cámara de Diputados.
Se llamará “Fuerza del Cambio”, una denominación que busca expresar afinidad programática con el oficialismo libertario, aunque con un funcionamiento propio y autonomía política dentro del Congreso.
La particularidad es que se trata de una denominación muy similar a la que usó Patricia Bullrich en su interna con Horacio Rodríguez Larreta en el 2023. En ese caso, fue “La Fuerza del Cambio”.
“Fuerza del Cambio” estará integrado por legisladores del PRO, la Unión Cívica Radical, el MID y Adelante Buenos Aires, y contará con un caudal de 22 diputados nacionales.
Ritondo, actual jefe del bloque PRO, será quien presida el espacio, que se posicionará como un aliado clave del gobierno de Javier Milei en votaciones estratégicas, en particular en materia económica y fiscal.
Desde el entorno del interbloque remarcan que no se trata de una fusión ni de un bloque oficialista, sino de una coordinación legislativa para ordenar posiciones comunes, preservar identidad partidaria y negociar de manera conjunta con La Libertad Avanza, sin resignar independencia en los debates más sensibles.
La confirmación del nombre llega en un contexto político delicado. Si bien Ritondo mantiene un diálogo fluido y una relación personal cercana con Milei, el vínculo entre el PRO y La Libertad Avanza atraviesa un momento de tirantez, marcado por diferencias políticas, reproches cruzados y desconfianzas crecientes.
En el plano nacional, no es el mejor momento en la relación entre Mauricio Macri y Javier Milei, un distanciamiento que impacta de lleno en la estrategia parlamentaria del PRO. Aunque ambos espacios comparten agenda en varios temas, la convivencia política se volvió más áspera y con menor coordinación que en los primeros meses de gestión libertaria.
Las fricciones se profundizaron en la provincia de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza dejó trascender que habría existido un acuerdo entre el PRO y el gobernador Axel Kicillof para habilitar el endeudamiento provincial.
Esa insinuación generó malestar en el macrismo y encendió alarmas dentro del nuevo interbloque, que busca evitar quedar atrapado en disputas territoriales que exceden el plano legislativo nacional.
El conflicto escaló aún más cuando se conoció que Matías Ranzini, dirigente bonaerense y hombre de extrema confianza de Ritondo, ocuparía un lugar en el directorio ampliado del Banco Provincia.
La designación fue interpretada por sectores libertarios como una señal de entendimiento político con el oficialismo bonaerense, lo que terminó salpicando a Ritondo, pese a su rol de aliado parlamentario de Milei.
Así, el lanzamiento formal de “Fuerza del Cambio” encuentra a Ritondo en una posición compleja: conductor de un interbloque clave para el Gobierno en Diputados, interlocutor habitual de la Casa Rosada, pero al mismo tiempo expuesto a ciertas críticas libertarias por los movimientos del PRO en la provincia más grande del país.
En ese equilibrio, el nuevo interbloque buscará consolidarse como un actor decisivo en el Congreso, acompañando al oficialismo cuando haya coincidencias, pero marcando límites propios en un escenario político donde las alianzas siguen siendo frágiles y las tensiones, persistentes.