En la antesala del tratamiento del Presupuesto 2026 y de una reforma laboral que el Gobierno nacional busca impulsar en el Congreso, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, volvió a tomar distancia de la Casa Rosada y dejó una advertencia directa al ministro del Interior, Diego Santilli. El mandatario provincial condicionó cualquier reunión presencial a una definición concreta sobre las deudas que Nación mantiene con la provincia.
“No me puedo sentar con Santilli hasta no tener certeza de que van a acomodar temas que tiene Santa Fe. No es que uno lo hace de matón, sino porque necesitamos defender los intereses de la provincia”, sostuvo Pullaro, marcando un límite político claro en la negociación con el gobierno de Javier Milei.
El eje del planteo santafesino es económico y estructural. Pullaro reclama que el Gobierno nacional recomponga tanto el flujo de fondos como el stock de deuda, o al menos que reconozca formalmente lo que le debe a la provincia. En ese paquete aparecen los recursos adeudados a la Caja de Jubilaciones de Santa Fe y el freno casi total de la obra pública nacional.

“Hasta que no nos recompongan el flujo y el stock, o al menos Nación reconozca la deuda que tiene con Santa Fe, es difícil que nosotros nos sentemos a dialogar”, insistió el gobernador.
Según detalló en distintas oportunidades, la deuda previsional supera el billón de pesos, una cifra que equivale a casi todo el presupuesto anual destinado a obra pública en la provincia.
Pullaro también cuestionó el incumplimiento de acuerdos asumidos por el Gobierno nacional tras la firma del Pacto de Mayo. En particular, apuntó al deterioro de las rutas nacionales que atraviesan Santa Fe y a la falta de respuestas oficiales.
“Pedimos obras que se comprometió el exministro Francos cuando firmamos el Pacto de Mayo. Sin embargo, comenzaron muy pocas. No nos repararon rutas, pedimos que nos las pasen para arreglarlas y tampoco lo hicieron”, enumeró.
En contraste, el mandatario destacó el esfuerzo provincial: con recursos propios, Santa Fe reparó más de 3.400 kilómetros de rutas provinciales, en un contexto de fuerte ajuste fiscal a nivel nacional.

Para Pullaro, el diálogo con Nación no puede sostenerse solo en gestos políticos: exige hechos concretos y recursos para sostener la gestión.
A diferencia de su postura dura frente al Presupuesto, Pullaro se mostró en términos generales de acuerdo con una modernización del régimen laboral, aunque aclaró que cada punto deberá analizarse en detalle.
“Estamos de acuerdo en el fondo. No puede haber más trabajadores en el mercado informal que en el formal”, afirmó. Y agregó: “No puede ser que una pyme tenga miedo de tomar un empleado porque despedirlo te puede llevar puesta la pyme. Eso hay que corregirlo”.

El mensaje busca diferenciarse tanto del kirchnerismo como del enfoque libertario puro, y se inscribe en el modelo de gestión que Pullaro viene promoviendo desde la Casa Gris: orden fiscal, eficiencia estatal y defensa de la producción.
La tensión con la Casa Rosada también se traslada al Congreso. Diputados que responden al espacio Provincias Unidas, donde confluyen representantes de Santa Fe, Córdoba, Jujuy, Chubut y Corrientes, adelantaron que no acompañarían el Presupuesto 2026 enviado por el Ejecutivo.
“Estamos entre el rechazo y la abstención. Difícilmente nuestro voto sea positivo”, confió una fuente legislativa. El malestar se profundizó luego de que el Gobierno nacional avanzara con el envío de fondos discrecionales a gobernadores aliados, dejando afuera a provincias que mantienen reclamos abiertos.
Sin el respaldo de Provincias Unidas, La Libertad Avanza podría enfrentar serias dificultades para aprobar artículo por artículo la ley de leyes, especialmente en los puntos vinculados a financiamiento provincial, educación y discapacidad.
Pullaro utiliza el conflicto con Nación para reafirmar su perfil político. Desde Santa Fe buscan consolidar un modelo que se presenta como alternativo al Estado intervencionista del kirchnerismo y al Estado mínimo que propone el oficialismo nacional.
“No es una actitud de fuerza ni de confrontación personal. Es defender lo que le corresponde a Santa Fe”, repite el gobernador, convencido de que la discusión por recursos y obras será también una clave electoral de cara a los próximos años.
En ese marco, el mensaje a Santilli y a la Casa Rosada es claro: el diálogo sigue abierto, pero con condiciones. Y esas condiciones, para Pullaro, no son negociables.