La puesta en marcha del debate por la reforma laboral en el Senado quedó envuelta en un fuerte escándalo político e institucional.
Durante la conformación de la comisión de Trabajo y Previsión Social, senadores del interbloque kirchnerista denunciaron irregularidades en la conformación del cuerpo, cuestionaron la conducción de la comisión y advirtieron que el proyecto impulsado por el Gobierno “nace viciado” y podría ser judicializado.
El conflicto se produjo en la antesala del encuentro previsto para el jueves a las 11, cuando la comisión se reunirá junto a Presupuesto para comenzar formalmente el tratamiento de la iniciativa oficial.
Uno de los ejes centrales de la polémica fue la supuesta violación al principio de proporcionalidad en la conformación de la Comisión de Trabajo.
Desde el interbloque kirchnerista “Popular” señalaron que cuentan con 28 senadores, lo que representa el 38,8% del total de la Cámara alta, y que, en función de ese peso parlamentario, deberían tener siete representantes en las comisiones permanentes.
Sin embargo, en la comisión de Trabajo se les asignaron solo cinco lugares, lo que fue interpretado como una maniobra para limitar su capacidad de incidencia en el debate de la reforma laboral. “No se respeta la proporcionalidad. La representación de las provincias se ve afectada”, advirtieron.
La comisión tiene en total 17 miembros. Como se dijo, al interbloque “Popular” se le asignaron cinco lugares, mientras que el mismo número quedó para La Libertad Avanza. Los radicales tienen tres representantes, el PRO uno, y el resto corresponde a bloques minoritarios.
Uno de los discursos más duros fue el del senador formoseño José Mayans, jefe del bloque kirchnerista, quien cargó directamente contra la senadora Patricia Bullrich, a quien responsabilizó por el manejo de la comisión.
“La ley tendrá un cuestionamiento de origen. Nace con una violación del reglamento y la incompetencia de Bullrich”, afirmó Mayans, quien calificó la situación como un “atropello” y sostuvo que “empezamos mal” el debate de una norma clave para el Gobierno.
Del otro lado, Bullrich trató de acelerar los tiempos y evitó confrontar con las críticas del kirchnerismo. Cuando tomó asiento para presidir la comisión, Mayans se ubicó sorpresivamente a su lado. “Esto es cualquier cosa. Hacen lo que se les canta las pelotas”, lanzó el formoseño en señal de reclamo por la supuesta irregularidad. Así, intentó conducir por unos segundos la comisión pero Bullrich lo frenó y citó al plenario del jueves que se celebrará a las 11 horas.
De todas formas, cuando la reunión concluyó, Mayans cruzó alguna sonrisa con Bullrich, que devolvió con una gentil palmada en la espalda. El enojo se fue bastante rápido. ¿Todo show?
