Diputados: qué implica el voto del Presupuesto 2026 por capítulos y cómo favorece a LLA

La Cámara de Diputados inició este miércoles el debate del Presupuesto 2026 en una sesión maratónica que comenzó tras un quórum ajustado y quedó rápidamente atravesada por una decisión clave: el oficialismo logró que la votación en particular se haga por capítulos y no artículo por artículo, una modalidad que ordena el trámite pero también favorece la estrategia parlamentaria de La Libertad Avanza (LLA).

La sesión se habilitó minutos después del horario previsto gracias al acompañamiento del PRO, la UCR y legisladores que responden a gobernadores aliados de la Casa Rosada. Unión por la Patria y el Frente de Izquierda no dieron quórum. Desde el inicio, el método de votación se convirtió en el principal foco de conflicto entre el oficialismo y la oposición.

El voto del Presupuesto 2026 por capítulos impide rechazar artículos puntuales sin votar en contra de todo un bloque del proyecto.

Qué se vota y por qué el método importa

El temario de la sesión incluye tres proyectos impulsados por el Gobierno: el Presupuesto 2026, la ley de Principio de Inocencia Fiscal y la ley de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria. Sin embargo, el eje central del debate es el presupuesto, la primera ley de este tipo que busca aprobar la gestión del presidente Javier Milei.

En el Congreso, una vez aprobado un proyecto en general, se abre la votación en particular, donde se definen los artículos. Allí existen distintas modalidades. La oposición reclamó una votación nominal y artículo por artículo, lo que permite aceptar o rechazar cada punto de manera individual. El oficialismo, en cambio, propuso votar por capítulos o títulos, que agrupan varios artículos bajo un mismo bloque temático.

La moción presentada por el jefe del bloque de LLA, Gabriel Bornoroni, fue aprobada por 130 votos a favor y 112 en contra. Con ese resultado, el tratamiento del Presupuesto 2026 quedó definido por capítulos.

Cómo favorece a La Libertad Avanza

La votación por capítulos le otorga al oficialismo una ventaja concreta: dificulta que la oposición bloquee artículos sensibles sin rechazar un conjunto más amplio del proyecto. En la práctica, un diputado que objeta un artículo puntual queda ante la disyuntiva de votar en contra de todo el capítulo, que puede incluir disposiciones que sí acompaña.

Un ejemplo señalado durante el debate es el artículo 75, que deroga la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Emergencia en Discapacidad, ambas aprobadas por el Congreso meses atrás. Ese artículo queda incluido en un capítulo que también abarca otros temas, como subsidios al gas y aspectos vinculados a prestaciones sociales.

Desde la oposición advirtieron que esta modalidad “blinda” los artículos más controvertidos. “Están buscando cómo darle protección al artículo que deroga dos leyes votadas por este Congreso”, sostuvo la diputada Cecilia Moreau.

En el oficialismo, en cambio, aseguran que cuentan con los votos necesarios tanto para la aprobación en general como para sostener los artículos cuestionados. “Tenemos los votos para aprobar en general y en particular”, afirmó una alta fuente del bloque libertario antes de la sesión.

El contexto político del debate

El clima previo al inicio de la sesión mostró un contraste marcado entre los bloques. Mientras los representantes de LLA se mostraban confiados, en la oposición predominaba la cautela. La explicación está en el nuevo escenario numérico de la Cámara, donde el oficialismo ya no discute si alcanza el quórum, sino si tiene margen para ordenar las votaciones.

En la previa, se estimaba que el Gobierno podía contar con un piso cercano a los 135 votos para darle media sanción al paquete de leyes. Además, fuentes libertarias destacaron que, por primera vez, el bloque tendría control sobre las cuestiones de privilegio, una herramienta clave para administrar los tiempos de una sesión extensa, que se calcula no bajará de las 15 horas.

El acompañamiento del PRO, la UCR y bloques provinciales vuelve a ser determinante. Esa alianza parlamentaria permitió no solo habilitar la sesión, sino también imponer el método de votación que buscaba el oficialismo.

Los puntos que generan mayor rechazo

Más allá del método de votación, el contenido del Presupuesto 2026 concentra fuertes críticas opositoras. Uno de los cuestionamientos centrales es la eliminación de la actualización automática de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de otras asignaciones familiares, una modificación incorporada al proyecto original.

Legisladores opositores remarcaron que el cambio se introdujo pocas horas antes del dictamen y sin una explicación detallada en comisión. También señalaron la contradicción entre eliminar la indexación de las asignaciones y avanzar, en paralelo, con un esquema de ajuste del tipo de cambio por inflación.

Desde Unión por la Patria, la diputada Julia Strada advirtió que el proyecto elimina la automaticidad de las actualizaciones de la AUH y de las asignaciones familiares. También criticó el ajuste del 76,5% en la obra pública y lo contrastó con el aumento de partidas para la SIDE.

En el mismo sentido, Victoria Tolosa Paz sostuvo que el oficialismo “perdió una gran oportunidad” al cerrar la discusión de un presupuesto que, según dijo, ratifica el rumbo económico del Gobierno.

La defensa del oficialismo

Como miembro informante del dictamen de mayoría, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Alberto “Bertie” Benegas Lynch, defendió el proyecto al sostener que la estructura estatal es “elefantiásica” y que el objetivo es “alivianar cuentas” y “bajar el gasto”.

Durante su exposición, afirmó que la inversión “va donde hay seguridad jurídica” y que el proceso impulsado por el Gobierno busca atraer capitales. También lanzó críticas al kirchnerismo, al que acusó de haber dejado un “naufragio humanitario”, y habló de terminar con los “gerentes de la pobreza”.

El oficialismo también confía en aprobar sin mayores sobresaltos la ley de Inocencia Fiscal, orientada a simplificar el sistema tributario y fomentar el uso de dólares no declarados, y la ley de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria, que prohíbe el déficit fiscal y la emisión sin respaldo.

Qué significa para el trámite legislativo

El voto por capítulos no define el contenido final del Presupuesto 2026, pero sí ordena el camino para su aprobación. La modalidad reduce la posibilidad de introducir cambios de último momento y refuerza la posición del oficialismo frente a una oposición fragmentada.

Con este esquema, La Libertad Avanza apuesta a sostener los artículos más polémicos y avanzar con la media sanción del presupuesto, una herramienta clave para la gestión económica del próximo año. La sesión seguirá con votaciones extensas y negociaciones abiertas, pero el oficialismo ya consiguió una victoria inicial: imponer las reglas del juego.