Cuatro personas fueron detenidas acusadas de integrar una organización dedicada al contrabando y la comercialización de termos y vasos térmicos apócrifos en distintos puntos del conurbano bonaerense, principalmente en los partidos de San Miguel, Malvinas Argentinas y José C. Paz.
Según informaron fuentes policiales, los productos se ofrecían a través de redes sociales como TikTok y Marketplace de Facebook a precios considerablemente inferiores a los de mercado. Además, presentaban colores y diseños que imitaban a los artículos originales de la reconocida marca Stanley.

La investigación estuvo a cargo de efectivos de la Dirección de Investigaciones de Delitos Complejos, quienes lograron identificar a una pareja integrada por Andrés Arufe y Ariana Nahir Zavaliche. Ambos se encargaban de difundir las ventas en plataformas digitales y de promocionar los productos en dos locales comerciales ubicados en San Miguel.
Las pesquisas permitieron establecer que la mercadería ingresaba al país de manera ilegal desde Brasil, lo que constituye una infracción a la Ley Nacional 22.362 de Marcas y Designaciones, así como a la Ley 22.415 del Código Aduanero. Las compras se realizaban principalmente de forma online.

Otros dos implicados, identificados como Pablo Emanuel Capdevila, de 38 años, y Mbaye Assel, de 21, eran responsables de otros tres inmuebles situados en las localidades de Grand Bourg y San Miguel, donde funcionaban depósitos y comercios con mercadería falsificada exhibida al público.
Por orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero, se llevaron a cabo cinco allanamientos que culminaron con el secuestro de 2.912 termos, 810 vasos térmicos, 396 jarras, 197 mates y 111 bombillas. El valor total de la mercadería incautada fue estimado en aproximadamente 107 millones de pesos.
Asimismo, se constató que los productos carecían de los certificados sanitarios correspondientes, lo que representa un potencial riesgo para la salud de los consumidores. En los comercios allanados también se detectó la presencia de seis empleados no registrados, que trabajaban jornadas de alrededor de ocho horas diarias por un salario promedio de 650.000 pesos.
Tras la finalización de los operativos, el magistrado interviniente dispuso la libertad de los detenidos, mientras continúa la investigación judicial.