La Fórmula 1 se prepara para uno de los giros más profundos de su historia reciente. A poco más de un mes de que los nuevos autos salgan por primera vez a pista, la FIA presentó una explicación integral del reglamento 2026, un paquete normativo que no solo modifica motores o chasis, sino que redefine por completo cómo serán, cómo correrán y cómo competirán los monoplazas del futuro.
El objetivo es claro: carreras más competitivas, autos más ágiles, mayor sostenibilidad y un salto adicional en seguridad. Para lograrlo, la FIA atacó todos los frentes al mismo tiempo.
El corazón del reglamento es el llamado “Nimble Car Concept”, una filosofía que busca revertir la tendencia de autos cada vez más grandes y pesados. En 2026, los monoplazas serán 30 kilos más livianos, con un peso objetivo de 724 kg sin neumáticos.

También cambian las dimensiones:
La distancia entre ejes se reduce en 200 mm (hasta 3.400 mm).
El ancho total del auto se achica 100 mm.
El piso pierde 150 mm de ancho.
La aerodinámica acompaña este enfoque. El alerón delantero será más estrecho y contará con elementos móviles, al igual que el trasero, que tendrá tres planos activos. Desaparece el beam wing y se simplifican las placas laterales traseras, mientras que se incorporan soluciones para controlar mejor el “aire sucio” generado por las ruedas.
El resultado: 30% menos carga aerodinámica y hasta 55% menos resistencia al aire, lo que hará que los autos sean algo más lentos en curva, pero más veloces en aceleración y salida de las mismas. La FIA espera que los equipos recuperen rápidamente el tiempo perdido a medida que avance el desarrollo.
Uno de los grandes problemas históricos de la F1 fue la dificultad para correr de cerca. Según explicó Nikolas Tombazis, director técnico de monoplazas de la FIA, los autos de 2022 habían comenzado con una mejora notable, pero esa ventaja se fue diluyendo con el paso de las temporadas.
El reglamento 2026 apunta a mantener ese beneficio durante todo el ciclo, limitando áreas que los equipos habían explotado para generar “outwash” y perjudicar al auto perseguidor. La proyección inicial es ambiciosa: hasta un 90% de la carga aerodinámica disponible a 20 metros del auto de adelante, un valor nunca antes alcanzado.
Uno de los cambios más visibles es la desaparición del DRS, vigente desde 2011. En su lugar llega un sistema de aerodinámica activa total, con alerones delanteros y traseros móviles.
Los pilotos podrán alternar entre dos modos:
Modo Recta, con alerones abiertos para reducir drag.
Modo Curva, con máxima carga aerodinámica.

A diferencia del DRS, este sistema no depende de la distancia con otro auto y podrá activarse en rectas predefinidas por el circuito. El foco principal ya no es solo el sobrepaso, sino la eficiencia energética, clave para los nuevos motores híbridos.
Si la aerodinámica activa no está pensada exclusivamente para pasar rivales, la FIA creó una herramienta específica para eso: el Overtake Mode.
Cuando un piloto esté a menos de un segundo del auto de adelante, podrá disponer de energía eléctrica adicional, con un plus de 0,5 MJ. Además, el auto líder verá limitada su entrega de potencia eléctrica a partir de los 290 km/h, mientras que el perseguidor podrá mantenerla hasta los 337 km/h.

El resultado será una diferencia de velocidad real, sin depender de un ala abierta artificial. Desde los equipos anticipan carreras más impredecibles y una gestión estratégica de la energía mucho más compleja.
La revolución también llega a la unidad de potencia. Se mantiene el V6 turbo híbrido de 1.6 litros, pero con cambios profundos:
Se elimina la MGU-H.
La potencia del motor térmico baja a 400 kW.
La parte eléctrica sube de 120 kW a 350 kW, con un aumento del 300% en capacidad de batería.
Por primera vez, la energía eléctrica y la de combustión se repartirán en partes iguales, marcando el paso más fuerte de la F1 hacia la electrificación.
El reglamento también logró su objetivo político y económico: atraer nuevos actores. En 2026 habrá cinco proveedores de motores: Ferrari, Mercedes, Audi, Honda y Ford (junto a Red Bull Powertrains).
Además, el campeonato sumará un nuevo equipo: Cadillac, que debutará en el GP de Australia. Usará motores Ferrari en sus primeras temporadas, mientras desarrolla su propia unidad de potencia con General Motors, prevista para 2029.
Formula 1 and the @fia have today revealed the 2026 Technical Regulations.
— F1 Media (@F1Media) December 17, 2025
2026 will see both the chassis and power units updated, in the biggest overhaul of regulations in the sport’s history. These changes will shake up the order and create new excitement, while delivering… pic.twitter.com/zRxRl0sI4f
Desde 2026, la Fórmula 1 utilizará combustibles 100% sostenibles, derivados de biomasa no alimentaria, residuos municipales o fuentes renovables. La FIA implementó un sistema de verificación independiente para garantizar trazabilidad, composición y reducción real de emisiones.
La seguridad vuelve a evolucionar: estructuras de impacto frontal reforzadas, mayor protección lateral, cargas más altas en el arco antivuelco y nuevas luces de seguridad para identificar el estado del sistema eléctrico.
Tras más de tres años de trabajo, la FIA cerró el paquete reglamentario con una estructura legal más clara y consistente, dividida en seis secciones que ordenan lo deportivo, técnico, financiero y operativo.
La Fórmula 1 entra en 2026 con un borrón y cuenta nueva. Autos distintos, carreras diferentes y un desafío enorme para equipos y pilotos. La promesa es ambiciosa: una F1 más cercana, más limpia y más emocionante. El cronómetro, como siempre, tendrá la última palabra.