20/12/2025 - Edición Nº1047

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A tres años de la gloria en Qatar: el camino de la Scaloneta a la Copa del Mundo

18/12/2025 | El 18 de diciembre de 2022, la selección argentina venció a Francia en una final inolvidable y conquistó su tercer Mundial. Repasamos paso a paso cómo el equipo de Lionel Scaloni alcanzó la cima del fútbol.

Sebastián Muzi

La selección argentina llegó al Mundial 2022 con la ilusión intacta tras la conquista de la Copa América 2021 y la Finalissima ante Italia. Sin embargo, el debut fue un golpe inesperado: la derrota 2-1 frente a Arabia Saudita puso en duda el rumbo del equipo y encendió las alarmas.

Lejos de caer en la desesperación, la Scaloneta mostró carácter luego del tropiezo. Con goles de Messi y Enzo Fernández, venció 2-0 a México en un partido clave. Y cerró la fase de grupos con un sólido 2-0 frente a Polonia, asegurando el primer puesto y recuperando la confianza.

Pasado el desahogo, en octavos de final llegaría otro partido difícil e impredecible. Argentina enfrentó a Australia, que resistió con tesón hasta que Messi y Julián Álvarez se lo permitieron. El equipo se impuso 2-1 pero fue un partido durísimo, con una atajada decisiva de Dibu Martínez en el cierre que le devolvió el alma al cuerpo a millones de argentinos. A partir de ese momento, el arquero comenzó a edificar su figura como héroe del torneo.

En cuartos llegó el duelo contra Países Bajos, uno de los más tensos del Mundial por todo lo que se había hablado en la semana previa, pero también por lo que pasó en el partido. Argentina se adelantó 2-0 con tantos de La Pulga (otra vez) y Nahuel Molina en un primer tiempo maravilloso, con el claro dominio de la pelota. No obstante, los neerlandeses empataron en el último minuto con un tanto de Wout Weghorst. La definición por penales fue dramática: Dibu Martínez volvió a ser protagonista atajando dos disparos, y Lautaro Martínez selló el pase a semifinales.

Las declaraciones de Louis van Gaal sobre el estilo argentino habían calentado a los jugadores de Scaloni. A tal punto que Messi le hizo el famoso "Topo Gigio" al entrenador y Leandro Paredes le tiró un pelotazo al banco de suplentes provocando una gresca generalizada. Pero también allí nació una frase histórica de Lionel, cuando le dijo "Andá pa allá, bobo" a Weghorst cuando lo miraba desafiante en plena entrevista con Gastón Edul. 

La semifinal contra Croacia fue la exhibición más contundente de la Scaloneta. Con un Messi inspirado y un Julián Álvarez imparable, Argentina ganó 3-0 y se metió en la gran final. El equipo mostró solidez, confianza y un fútbol de alto vuelo que sorprendió incluso por el rival, el mismo que había goleado a la selección de Jorge Sampaoli en Rusia 2018.

La final del 18 de diciembre ante Francia, efeméride de hoy, quedó marcada como la más emocionante de la historia. Tras una primera etapa apabullante que obligó al DT francés a hacer cambios en el descanso, Argentina se sentíó campeona durante casi 75 minutos del partido. El 2-0 de Messi y Di María ya ilusionaba desde La Quiaca hasta Ushuaia, pero apareció otro crack del fútbol mundial llamado Mbappé que obligó a toda una defensa a replantearse las cosas. Sus dos tantos en minutos igualaron el marcador y de esa manera llevó a su país al alargue impensado. En la prórroga, Messi volvió a poner en ventaja a la Albiceleste, pero el delantero galo volvió a empatar de penal.

Llegados a este punto hay que parar la pelota, porque en el último segundo del adicional, Randall Kolo Muani tuvo la victoria en sus pies pero su disparo dio en la pierna del portero marplatense, dejando para la posteridad la mejor atajada en la historia de los mundiales.

La definición por penales fue el desenlace épico: Dibu atajó un disparo clave y Gonzalo Montiel convirtió el penal decisivo para sellar el 4-2. Argentina se consagró campeona del mundo por tercera vez, tras 36 años de espera, y Lionel Messi levantó la copa en el estadio de Lusail vestido elegantemente con un bisht, una túnica tradicional árabe utilizada en ocasiones solemnes y por figuras de gran prestigio.

Tras la consagración en Qatar, la Argentina entera estalló en un festejo multitudinario y desbordante de emoción. Desde la Plaza de Mayo hasta cada rincón del país, millones de personas salieron a las calles con camisetas, banderas y cánticos, transformando avenidas y plazas en un mar celeste y blanco. Hubo caravanas interminables de autos, familias enteras celebrando en balcones y jóvenes trepados a monumentos históricos, semáforos, locales de comida y hasta en el Metrobús de la 9 de Julio, mientras los bocinazos, la música y los fuegos artificiales acompañaban una jornada que se extendió hasta la madrugada. El triunfo de la Scaloneta se vivió como una fiesta nacional, con un fervor pocas veces visto, que unió generaciones en un mismo grito de alegría y orgullo.

 

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