La Policía de la Ciudad concretó este fin de semana una serie de allanamientos simultáneos en el barrio 1-11-14 que derivaron en el secuestro de más de 27 mil dosis de drogas, la detención de cinco personas y el cierre de tres búnkers de venta de estupefacientes.
En total se llevaron adelante diez procedimientos, uno de ellos en el partido bonaerense de Monte Grande. En ese lugar fueron detenidos un hombre argentino de 31 años, con antecedentes por robo doblemente agravado con armas de fuego, y una mujer argentina de 26. En tanto, en distintos domicilios del barrio 1-11-14 fueron arrestadas otras tres personas: una mujer peruana de 43 años, un argentino de 26 y un ciudadano peruano de 29.
Durante los allanamientos realizados en el asentamiento porteño se incautó una gran cantidad de estupefacientes y elementos vinculados a la actividad narcocriminal. Según informaron fuentes del caso, se secuestraron más de 27 mil dosis de pasta base de cocaína, entre envoltorios y “bombas” de paco, con un peso total superior a los cinco kilos y un valor estimado en el mercado de más de 55 millones de pesos. También se hallaron ladrillos de marihuana prensada, dinero en efectivo, una máquina contadora de billetes, balanzas de precisión y elementos utilizados para el corte y fraccionamiento de la droga.
El operativo incluyó además el secuestro de seis armas de fuego tipo pistola, tres de ellas con numeración suprimida, siete cargadores, 699 municiones de distintos calibres, siete vainas servidas, nueve teléfonos celulares y una camioneta Dodge Journey.
La investigación se inició en enero de 2025 a partir de tareas llevadas adelante por la Unidad Investigativa N°12, con intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones Vinculadas a Delitos con Estupefacientes (UFEIDE). Los allanamientos fueron ordenados por el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°22, a cargo del juez Gabriel Alejandro Villanueva.
De acuerdo con los investigadores, los detenidos integraban una organización de tipo familiar que operaba durante todo el día dentro del barrio, con un flujo constante de compradores, en su mayoría vecinos de la zona. Como particularidad, la banda utilizaba un clip de abrochadora como marca identificatoria en cada uno de los envoltorios comercializados.
