La Justicia bonaerense dictó un nuevo fallo adverso para Pablo “Bebote” Álvarez, histórico barrabrava de Independiente, al conceder la prisión preventiva en una causa en la que se lo investiga por incitación a la violencia colectiva.
Fue a partir de una serie de hechos ocurridos en noviembre de 2025 en las inmediaciones del estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini.
La resolución se inscribe en una causa tramitada ante el Departamento Judicial Avellaneda-Lanús y marca un punto de inflexión en la situación judicial del exlíder de la facción disidente conocida como Los Diablos Rojos.
Según el fallo, Álvarez fue imputado por haber promovido públicamente la violencia contra otra facción de la hinchada de Independiente -identificada como Los Dueños de Avellaneda- mediante publicaciones y transmisiones en vivo en redes sociales, especialmente Instagram y X (ex-Twitter).
Para la Justicia, esos mensajes constituyeron una convocatoria explícita a la confrontación, con riesgo concreto para el orden público, en el marco de una histórica disputa interna dentro de la barra del club.
La resolución judicial reconstruye que, entre el 14 y 15 de noviembre, Álvarez difundió videos en los que anticipaba su presencia en el estadio y alentaba a “recuperar el club”, lo que fue interpretado como un llamado directo a la violencia colectiva.
El tribunal consideró que esas expresiones no fueron meras manifestaciones discursivas sino actos idóneos para generar disturbios y enfrentamientos entre grupos antagónicos.
El fallo detalla que, el día del partido entre Independiente y Rosario Central, fuerzas policiales detectaron la presencia de Álvarez encabezando una concentración de más de 150 hinchas dentro del anillo de seguridad del estadio, sin entradas ni credenciales habilitantes.
De acuerdo con las actas incorporadas a la causa, el imputado se negó a acatar las órdenes policiales de retirarse y profirió consignas como: “Nosotros vamos a recuperar al club con sangre y fuego” y “acá no nos saca nadie, hoy copamos la Norte cueste lo que cueste” (sic).
Para los jueces, ese comportamiento confirmó el riesgo cierto de escalada violenta, más aún en un contexto de provocaciones previas y amenazas difundidas en redes sociales, que ya habían sido objeto de actuaciones judiciales por intimidación pública.
Al conceder la prisión preventiva, el juzgado sostuvo que se encontraban reunidos los requisitos legales: la existencia de elementos de convicción suficientes sobre la autoría, la gravedad del hecho imputado y el peligro concreto para el orden público.
La resolución subrayó que la conducta atribuida a Álvarez no fue aislada, sino parte de una estrategia sostenida de incitación, con capacidad real de movilización de personas y generación de violencia en un evento deportivo de alta concurrencia.
Además, el tribunal ponderó los antecedentes del imputado en el ámbito de las barras bravas y su rol como referente de una facción organizada, lo que —a criterio de los magistrados— incrementa el riesgo de reiteración delictiva y justifica la medida cautelar más gravosa.
El fallo representa un nuevo revés judicial para “Bebote” Álvarez, una figura histórica del entramado violento del fútbol argentino, y se inscribe en una política judicial y de seguridad orientada a desalentar la violencia organizada en los estadios.
La causa continuará su curso mientras el imputado permanece detenido, a la espera de las próximas instancias procesales que definirán su situación definitiva.