Milei analiza una medida inédita para su propio Presupuesto 2026

El presidente Javier Milei evalúa vetar el Presupuesto 2026 impulsado por su propio Gobierno si el Senado lo aprueba sin cambios. La advertencia surge luego de que la Cámara de Diputados rechazara el capítulo que derogaba la Ley de Emergencia en Discapacidad y la Ley de Financiamiento Universitario, dos normas que el Ejecutivo considera incompatibles con su meta de déficit cero. El episodio abrió un fuerte conflicto político con gobernadores aliados y dejó al oficialismo ante una decisión inédita.

Un debate clave seguido minuto a minuto desde Casa Rosada

La Casa Rosada siguió hasta la madrugada el debate presupuestario en Diputados. En la previa, el oficialismo confiaba en lograr la aprobación del proyecto completo y celebrar la sanción del primer presupuesto elaborado por la gestión libertaria con equilibrio fiscal como eje central.

Sin embargo, el clima cambió cuando el recinto rechazó el Capítulo XI, que contenía la derogación de dos leyes que, según el Ejecutivo, generan obligaciones de gasto imposibles de financiar sin romper el superávit. Aunque la votación general fue favorable, el Gobierno sostiene que el texto final “no sirve” tal como quedó aprobado.

Desde Balcarce 50 admiten que, si el Senado no revierte ese punto, el Presidente está dispuesto a usar el veto como herramienta política y fiscal.

Qué se votó y por qué el Gobierno lo rechaza

El Presupuesto 2026 obtuvo media sanción en general con 132 votos, en lo que fue un hito para La Libertad Avanza como primera minoría en Diputados. No obstante, el artículo más sensible fue rechazado por 123 votos contra 117.

Ese capítulo derogaba la Ley de Emergencia en Discapacidad y la de Financiamiento Universitario. Para el oficialismo, mantenerlas vigentes implica consolidar un esquema de gasto que contradice el mandato electoral de Milei.

Javier Milei sostiene que el Presupuesto 2026 aprobado en Diputados vulnera el objetivo de déficit cero.

Altas fuentes del Poder Ejecutivo señalaron que, sin esos cambios, el Presidente quedaría “forzado a administrar un presupuesto con déficit”, algo que consideran inaceptable.

El rol de los gobernadores y el malestar libertario

El rechazo al capítulo clave profundizó el malestar del Gobierno con varios gobernadores. En el oficialismo apuntan especialmente contra Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta), quienes habían anticipado su rechazo.

Más sorpresa generaron los votos de último momento de Gustavo Valdés (Corrientes), Rolando Figueroa (Neuquén) y Leandro Zdero (Chaco), gobernadores con los que la Casa Rosada mantiene diálogo político.

El trasfondo es sensible: en las últimas semanas, la Nación concentró el 33% de las transferencias de ATN en seis provincias, como parte de las negociaciones por el Presupuesto. Ese gesto no alcanzó para asegurar los votos clave.

Un antecedente inédito en la historia reciente

Desde el entorno presidencial remarcan que, si el Senado sanciona el proyecto sin modificaciones y Milei decide vetarlo, sería la primera vez que un presidente veta su propio Presupuesto. No se trata de una discusión técnica, insisten, sino de un choque de modelos económicos.

El Gobierno plantea el dilema en términos políticos: déficit versus superávit, pasado versus responsabilidad fiscal. En ese marco, consideran que la permanencia de ambas leyes consolida un esquema que no responde a los objetivos de la gestión.

Por qué el Presupuesto es clave para la economía cotidiana

El Presupuesto nacional define cómo se asignan los recursos del Estado: salarios, obras públicas, transferencias a provincias, universidades y programas sociales. En los últimos dos años, la gestión de Milei prorrogó el Presupuesto 2023, lo que permitió un manejo más discrecional del gasto y facilitó el ajuste fiscal.

Para 2026, el Ejecutivo buscaba previsibilidad y respaldo parlamentario, también en línea con los reclamos de los gobernadores y del FMI. La posibilidad de un veto volvería a dejar al país sin una nueva ley de Presupuesto, prolongando la excepcionalidad.

Qué puede pasar ahora en el Senado

El proyecto pasó al Senado, donde La Libertad Avanza intentará revertir el rechazo al Capítulo XI antes del 30 de diciembre, en el marco de las sesiones extraordinarias. Si la Cámara alta introduce cambios, el texto deberá volver a Diputados.

En paralelo, el oficialismo evalúa estirar los tiempos legislativos y priorizar la media sanción de la reforma de modernización laboral, otra de las apuestas centrales del Gobierno para cerrar el año político.

Si el Senado no modifica el Presupuesto, el escenario del veto presidencial gana fuerza y abriría una nueva etapa de confrontación entre Milei, el Congreso y sus aliados provinciales.