19/12/2025 - Edición Nº1046

Internacionales

Salud regional

OPS mete presión en el Caribe: la apuesta de República Dominicana para decirle adiós al VIH

18/12/2025 | El país define una hoja de ruta con apoyo de la OPS mientras la región muestra casos exitosos como Surinam.



La República Dominicana dio un paso institucional relevante al realizar su primer taller nacional de análisis estratégico en el marco de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades Transmisibles impulsada por la Organización Panamericana de la Salud. El encuentro reunió a autoridades sanitarias, técnicos y organismos clave con el objetivo de ordenar prioridades, evaluar brechas y avanzar hacia una política sanitaria integrada que supere la lógica de programas aislados.

El contexto regional le da peso político a la decisión. Las Américas arrastran una carga persistente de enfermedades transmisibles que golpean con mayor fuerza a poblaciones vulnerables, zonas rurales y periferias urbanas. Frente a ese escenario, la eliminación deja de ser una consigna aspiracional para convertirse en un objetivo de gestión, vinculado a sistemas de salud más eficientes, equitativos y sostenibles.

República Dominicana 


La República Dominicana es una nación caribeña que comparte la isla de Hispaniola con Haití al oeste. Es conocido por sus playas, centros turísticos y golf.

Experiencias regionales bajo la Iniciativa de Eliminación

El caso de Surinam aparece como una referencia concreta dentro de la misma estrategia regional. El país sudamericano logró la eliminación de la malaria tras años de intervenciones sostenidas, fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y trabajo comunitario en territorios de alta complejidad geográfica. El reconocimiento de la OPS posicionó a Surinam como un ejemplo de que la eliminación es alcanzable incluso en contextos adversos.

Aunque la República Dominicana enfrenta un perfil epidemiológico distinto, ambas experiencias convergen en un enfoque común: integración de servicios, coordinación interinstitucional y uso intensivo de evidencia para la toma de decisiones. La hoja de ruta dominicana busca replicar esa lógica, aplicándola a un conjunto más amplio de enfermedades como tuberculosis, VIH, hepatitis y otras prevenibles, con énfasis en atención primaria y diagnóstico oportuno.

Desafíos políticos y sostenibilidad sanitaria

El principal reto no está en la formulación de planes, sino en su ejecución sostenida. La eliminación de enfermedades transmisibles exige financiamiento estable, continuidad política y sistemas de información robustos, capaces de detectar retrocesos antes de que se transformen en brotes. Sin ese respaldo estructural, las hojas de ruta corren el riesgo de quedar como ejercicios técnicos sin impacto real.

En ese marco, la experiencia regional sugiere que el éxito dependerá de la capacidad del Estado dominicano para traducir compromisos técnicos en políticas públicas duraderas. La Iniciativa de Eliminación funciona como un catalizador, pero su efectividad final estará determinada por decisiones nacionales que conecten salud, desarrollo y equidad, en un contexto regional donde los logros sanitarios comienzan a convertirse en un activo estratégico.