Bruselas se llena de tractores: qué hay detrás del rechazo europeo a Mercosur

Miles de agricultores se movilizaron este jueves en Bruselas para expresar su rechazo al acuerdo comercial que la Unión Europea negocia con el Mercosur, una protesta que terminó con enfrentamientos con la policía y graves trastornos en el centro de la capital belga. La manifestación se desarrolló mientras los líderes europeos participaban de una cumbre clave, lo que le dio mayor peso político al reclamo.

Los productores llegaron en columnas de tractores y maquinaria agrícola, bloquearon calles y se concentraron cerca de las instituciones europeas. Con el correr de las horas, la movilización superó lo previsto y se registraron momentos de tensión, con lanzamiento de objetos y destrozos, lo que llevó a la intervención de las fuerzas de seguridad mediante gas lacrimógeno y camiones hidrantes para dispersar a los manifestantes.

Los manifestantes reclamaron mayores protecciones para el campo europeo y advirtieron sobre el impacto del acuerdo con el Mercosur en la producción local.

El eje del conflicto es el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, un tratado negociado durante más de veinticinco años entre Europa y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El pacto busca facilitar el comercio y reducir aranceles, pero genera un fuerte rechazo en el sector agropecuario europeo, que teme una competencia desigual por la entrada de productos sudamericanos a menor costo.

Los agricultores sostienen que en Europa deben cumplir exigentes normas ambientales, sanitarias y de bienestar animal, lo que eleva los costos de producción, mientras que los productos importados no siempre están sujetos a los mismos estándares. Según el sector, esto podría afectar los precios internos y poner en riesgo la continuidad de muchas explotaciones rurales.

El malestar del campo europeo no es nuevo. Desde 2023 y durante 2024, se repitieron protestas en distintos países de la Unión Europea por la caída de ingresos, el aumento de costos y las políticas agrícolas comunitarias. La movilización en Bruselas se inscribe en ese contexto y expone la presión creciente sobre los gobiernos europeos.

Productores rurales se concentraron cerca de las instituciones europeas mientras se desarrollaba una cumbre de líderes de la Unión Europea.

El debate sobre el acuerdo con Mercosur sigue abierto y divide a los Estados miembros. Mientras algunos lo consideran estratégico para el comercio y la proyección internacional de la Unión Europea, otros reclaman mayores garantías para proteger a los agricultores. Los incidentes en Bruselas reflejan hasta qué punto esta discusión se ha convertido en un tema sensible que trasciende lo económico y toca el corazón social del bloque europeo.