19/12/2025 - Edición Nº1046

Política

Luego de pasar por Diputados

Senadores oficialistas avanzan con el Presupuesto 2026 y vuelven al punto más sensible

19/12/2025 | El bloque libertario buscará revertir el rechazo de Diputados a la derogación de las leyes de discapacidad y financiamiento universitario.



La Cámara de Senadores se prepara para un viernes de intensa actividad parlamentaria con el inicio del tratamiento en comisión del Presupuesto 2026 y de la reforma del Régimen Penal Tributario. Según el cronograma previsto, el debate tributario comenzará a las 9 de la mañana y, una hora más tarde, se abrirá la discusión del proyecto de gastos y recursos para el próximo año.

El foco político estará puesto en el Presupuesto. El oficialismo llega a la Cámara alta con la decisión tomada de introducir modificaciones al texto que obtuvo media sanción en Diputados, luego de que ese cuerpo rechazara la derogación de la ley de Emergencia en Discapacidad y del financiamiento universitario, dos ejes centrales del capítulo 11 que terminó siendo eliminado en la votación en particular.

Desde el Gobierno de Javier Milei confirmaron que la estrategia será insistir en cambios para reordenar las cuentas públicas. El ministro del Interior, Diego Santilli, fue explícito al respecto al señalar ante la prensa acreditada en la Casa Rosada que el Ejecutivo apostará a “trabajar en el Senado” para introducir modificaciones que permitan “ordenar esta variable”.

En la misma línea, Santilli explicó que el oficialismo buscará reconstruir parte del articulado que quedó fuera del texto final. “Hay algunos temas que nos faltaron, que están en el capítulo 11, que los vamos a trabajar en el Senado a ver si podemos reestructurar y trabajar en conjunto”, afirmó, y expresó su confianza en mejorar lo que definió como una “muy buena media sanción” obtenida en Diputados.

Puertas adentro del Poder Ejecutivo, sin embargo, la evaluación es más dura. Fuentes oficiales reconocen que, tal como quedó redactado el Presupuesto, no es viable cumplir con la meta de déficit cero en 2026. Por ese motivo, el Senado aparece como la última instancia para corregir el rumbo antes de evaluar la alternativa de un eventual veto presidencial.

El rechazo en Diputados a la derogación de las normas vinculadas a discapacidad y universidades representó un nuevo revés político para el oficialismo, que ya había sufrido derrotas en la sanción original de las leyes y en la posterior insistencia opositora tras el veto presidencial. En ese contexto, el capítulo 11 se consolidó como el principal punto de conflicto del debate presupuestario.

Ese tramo del proyecto incluía, además, la restricción del régimen de zona fría para usuarios de gas y la eliminación de la actualización automática de la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo y las Asignaciones Familiares, cambios que el Gobierno no logró sostener en la votación en particular. También se habían incorporado disposiciones relacionadas con el reclamo por la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y la transferencia de fondos de la Corte Suprema al Consejo de la Magistratura, cláusulas que, según el oficialismo, funcionaron como un incentivo para sumar apoyos a un paquete de alto costo político.

La discusión formal comenzará este viernes en comisión y el objetivo del bloque de La Libertad Avanza es obtener dictamen para llevar el proyecto al recinto la próxima semana. Si se introducen modificaciones, la iniciativa deberá volver a Diputados para su aceptación o para que ese cuerpo insista con la redacción original, en un escenario donde los apoyos necesarios para avanzar aún no están asegurados.

¿Por qué Milei gobernó dos años con el Presupuesto de Alberto Fernández?

El Presupuesto nacional es la ley más importante que aprueba el Congreso porque fija, año por año, cuánto y en qué puede gastar el Estado y de dónde van a salir esos recursos: impuestos, aportes, endeudamiento y otros ingresos. También establece prioridades políticas concretas —salud, educación, obra pública, subsidios, jubilaciones— y funciona como una hoja de ruta obligatoria para toda la administración.

Cuando no se aprueba uno nuevo, rige el mecanismo de prórroga automática del último Presupuesto sancionado, que en este caso fue el de 2023. El gobierno de Javier Milei pasó sus dos primeros años gestionando con ese esquema porque no logró consensos parlamentarios para aprobar un Presupuesto propio acorde a su programa de ajuste y déficit cero.

En lugar de negociar una ley con números que el Congreso no estaba dispuesto a votar, el Ejecutivo optó por administrar con partidas reconducidas y amplias facultades de reasignación.

GZ