El Consejo del Partido Justicialista bonaerense se reunirá este viernes desde las 14 en Malvinas Argentinas para definir cuándo y cómo se llevará adelante la renovación de autoridades partidarias. El encuentro, que tendrá lugar en la Casa Cultura y Arte del distrito que gobierna Leo Nardini, contará con la presencia de toda la conducción provincial y se da en un contexto de fuerte tensión interna, con un debate que va mucho más allá de la presidencia del PJ.
La cita servirá para ordenar los próximos pasos tras el vencimiento, este jueves, del mandato de Máximo Kirchner al frente del partido. El diputado nacional no dio señales claras ni de continuidad ni de retiro, mientras que el espacio alineado con el gobernador Axel Kicillof ya dejó en claro que no acompañará una eventual reelección. Desde ese sector apuestan a una lista de consenso y, si no hay acuerdo, presionan para ir a elecciones internas, aun reconociendo que el padrón partidario presenta múltiples irregularidades.
En ese marco, el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, acercó una propuesta de unidad que fue considerada insuficiente por el kicillofismo. Desde el entorno del gobernador fueron tajantes: “No vamos a acompañar nada con Máximo a la cabeza” y advirtieron que, sin consenso, el camino será la interna. Los intendentes que responden a Kicillof reclaman que la conducción del PJ esté en manos de alguien con experiencia territorial y trayectoria municipal, como forma de saldar el malestar por el lugar que ocuparon en las listas nacionales del año pasado.
Un jefe comunal del Movimiento Derecho al Futuro sintetizó: “Cristina tiene un piso que no lo pone nadie, pero solo Cristina. La Cámpora hoy resta en la posibilidad de construir una alianza estratégica para sacar a Milei. La dinámica electoral cambió: hoy se vota de abajo para arriba y hay que fortalecer los gobiernos locales”. Del otro lado, el kirchnerismo duro rechaza ese diagnóstico y subraya que la figura de Axel Kicillof no puede escindirse de Cristina Fernández de Kirchner, a quien definen como la líder central del espacio.
El encuentro de este viernes será clave para empezar a despejar el escenario. La Cámpora no quiere ceder la presidencia del PJ porque entienden que hacerlo implicaría habilitar al kicillofismo a instalar a su líder como principal figura presidencial rumbo a 2027. Otermín aparece como uno de los nombres con mayor consenso, aunque el propio intendente no estaría dispuesto a asumir el rol en pleno primer mandato municipal y con una interna abierta que podría complicar su reelección.
Desde el kicillofismo, en tanto, impulsan a la vicegobernadora Verónica Magario como opción para conducir el partido. Su perfil de exintendenta genera respaldo entre los jefes comunales y, al mismo tiempo, le permitiría proyectar un nuevo escalón en su carrera política de cara a 2027. También aparecen en danza Federico Achával, intendente de Pilar, como posible figura de consenso sin alineamientos rígidos, y Mariel Fernández, jefa comunal de Moreno, quien ya expresó su voluntad de competir si hay internas, aunque su pertenencia al Movimiento Evita y su vínculo directo con Cristina generan resistencias internas.
Con ese tablero, el PJ bonaerense enfrenta una definición decisiva. Lo que se discute no es solo un nombre, sino el equilibrio de poder dentro del peronismo provincial y la estrategia política para disputar el rumbo del país en los próximos años.
GZ