Ejército Argentino: tres muertes en una semana

La muerte de un soldado voluntario del Ejército en la provincia de Mendoza volvió a encender las alarmas dentro de las Fuerzas Armadas. Se trata de Facundo Gabriel Lima, integrante de la Guarnición Ejército Mendoza, quien fue hallado sin vida por sus familiares en su departamento de la localidad de Las Heras. El caso quedó en manos de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos y, según los primeros indicios, no habría participación de terceros, por lo que la principal hipótesis apunta a un suicidio.

De acuerdo a la información difundida por medios locales, en el interior de la vivienda no se detectaron signos de violencia ni elementos que indiquen la intervención de otra persona. No obstante, la fiscalía aguarda los resultados de la autopsia y de las pericias complementarias para confirmar las causas del fallecimiento. Mientras tanto, el hecho generó un fuerte impacto en el ámbito castrense, no solo por la edad del joven, sino por el contexto en el que se produce.

La preocupación se profundiza porque se trata del tercer caso de similares características ocurrido en el transcurso de una sola semana. El primero se conoció a comienzos de estos días, cuando Rodrigo Gómez, un soldado de 21 años oriundo de Misiones que prestaba servicio en la Quinta Presidencial de Olivos, fue hallado muerto en el predio. En esa investigación, las autoridades encontraron una carta de despedida dirigida a familiares y amigos.

En la misiva, el joven agradeció a la institución militar y explicó que atravesaba una situación personal compleja, marcada por deudas económicas que se habían acumulado en los últimos meses. La causa sigue bajo análisis judicial, aunque desde un primer momento se manejó la hipótesis de un suicidio.

Pocas horas después se conoció otro episodio que volvió a sacudir al Ejército. En la provincia de Corrientes, el suboficial principal Juan Pereira, que cumplía funciones en la Guarnición Ejército Monte Caseros, fue encontrado sin vida dentro del cuartel. Las autoridades militares y judiciales informaron que, al igual que en los otros dos casos, no se hallaron indicios de la participación de terceros y se investiga el hecho como un presunto suicidio.

La seguidilla de muertes en tan corto plazo encendió luces de alerta dentro y fuera de la institución, donde ya se analizan los factores personales, económicos y psicológicos que atraviesan a los efectivos. Mientras avanzan las investigaciones judiciales, el silencio oficial convive con la inquietud creciente por una serie de tragedias que vuelve a poner en foco la situación de quienes integran las Fuerzas Armadas.

GZ