¿Hasta cuándo puede resistir Macri el acuerdo con Milei?

Mauricio Macri atraviesa uno de los momentos de mayor fragilidad política desde su irrupción en la escena nacional. El acuerdo sin condiciones del PRO con Javier Milei, sellado tras el balotaje, dejó al expresidente expuesto a una relación asimétrica que hoy genera incomodidad, silencios forzados y malestar interno. En su entorno reconocen que recibe a diario a dirigentes que llegan con la misma inquietud: hasta cuándo aguantar.

La alianza con La Libertad Avanza fue presentada como un paso “natural” para consolidar el voto antikirchnerista, pero en la práctica derivó en un vínculo de subordinación. Lejos de un armado equilibrado, el PRO quedó reducido a acompañar decisiones ajenas, sin capacidad real de incidir. El violeta absorbió al amarillo, y el sometimiento reemplazó a la sociedad política.

El episodio más visible fue el enojo público de Cristian Ritondo por el manejo de la AGN, una reacción que expuso impotencia frente a hechos consumados. Junto a Diego Santilli, fueron quienes empujaron a Macri a negociar desde una debilidad inédita, resignando márgenes de maniobra que el ex presidente nunca había aceptado en su carrera política.

Mientras tanto, el mileísmo volvió a confirmar su lógica original: pactar antes con el kirchnerismo que con el PRO. Lo hizo con Ficha Limpia, con Ariel Lijo y ahora nuevamente con la Auditoría. Aun así, La Libertad Avanza sigue imponiendo el relato, capitalizando el desgaste de un macrismo que parece no encontrar salida ni liderazgo claro.

La pregunta ya no es solo qué hará el PRO, sino si Macri está dispuesto a ordenar lo que ayudó a descomponer. Quienes lo visitan en estos días se van con más dudas que certezas. El interrogante sigue abierto: resistir, romper o aceptar una lenta disolución política dentro del mileísmo.