La asamblea de APTRA que terminó con la expulsión de Evelyn Von Brocke y Pilar Smith dejó números contundentes y expuso un clima de máxima tensión puertas adentro de la entidad que entrega los Martín Fierro. Gritos, empujones y amenazas de renuncia marcaron una jornada histórica por la magnitud de la crisis institucional.
Según se informó tras la reunión, 52 miembros participaron de la asamblea extraordinaria. En el caso de Evelyn, 29 socios votaron a favor de su expulsión, un número que superó ampliamente la mayoría necesaria. En paralelo, 40 miembros votaron por expulsar a Pilar, aunque su situación quedó en un escenario distinto y con mayor consenso por no asistir a la asamblea. Además, 14 socios advirtieron que renunciarían a APTRA si Von Brocke no era expulsada, lo que terminó de inclinar la balanza.
Tras la votación, se confirmó que ambas periodistas cuentan con 15 días para apelar la decisión adoptada por la mayoría, tal como lo establece el estatuto de la entidad. Quien se refirió públicamente al tema fue Marcelo Polino, uno de los protagonistas del conflicto y señalado como el principal damnificado por los hechos vinculados a Von Brocke. En diálogo con Intrusos, el periodista remarcó que las situaciones no fueron iguales y explicó el peso personal que tuvo el episodio en su postura: “Los dos casos no son iguales, mi opinión está teñida porque fue personal hacia mí, pero yo acepté lo que dijo la mayoría”.
Las cifras de la votación dejaron en evidencia una fractura interna sin precedentes recientes en APTRA, que ahora enfrenta el desafío de recomponer su imagen pública mientras aguarda una posible apelación que podría reabrir el conflicto. Si algo quedó claro tras la asamblea, es que la crisis excede los nombres propios y golpea de lleno a la conducción de la entidad.