Las cumbres regionales no se definen solo por declaraciones oficiales o documentos finales. También se construyen a través de imágenes, gestos y silencios que condensan mensajes políticos difíciles de enunciar en palabras. La fotografía de los presidentes del Mercosur frente a las Cataratas de Iguazú es un ejemplo elocuente: una escena pensada para proyectar unidad que, al observarse con atención, revela capas más profundas de identidad y poder.
En la imagen, varios mandatarios adoptan un gesto informal y optimista, el pulgar hacia arriba, habitual en puestas en escena diplomáticas que buscan transmitir cohesión y sintonía. Sin embargo, la ausencia deliberada de ese gesto por parte del presidente argentino introduce un quiebre visual mínimo, pero significativo. No se trata de un descuido, sino de una elección de lenguaje corporal que marca distancia sin necesidad de confrontación explícita.
El gesto no es menor si se lo vincula con el contexto político. En la misma imagen aparecen al menos dos líderes que representan modelos económicos y visiones ideológicas opuestas a las de Javier Milei. Frente a esa diversidad, la decisión de no replicar un gesto colectivo funciona como afirmación de identidad propia: estar presente sin diluir el mensaje político.
En términos de comunicación del poder, la escena expone una tensión clásica en foros multilaterales: la necesidad de mostrar unidad externa mientras se preservan diferencias internas. Milei opta por una presencia sobria, casi austera, que contrasta con la gestualidad expansiva del resto. El mensaje implícito es claro: integración sí, pero sin mimetización ideológica.
El Presidente Javier Milei participó de la tradicional foto oficial de la 67° Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, en Foz de Iguazú. pic.twitter.com/6F5hM0uUKf
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) December 20, 2025
Este tipo de decisiones refuerza la construcción de liderazgo hacia audiencias domésticas e internacionales. Para sus aliados y votantes, la imagen consolida la idea de coherencia y convicción. Para sus adversarios ideológicos, introduce una incomodidad sutil al evitar un gesto que simboliza consenso pleno.
El presidente Javier Milei, José Mulino, Santiago Peña y otros presidentes de la región asisten a Foz de Iguazú en Brasil, a la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR y Estados Asociados. Durante la foto oficial en las Cataratas de Iguazú, Milei se mantuvo lejos el comunista Lula. 🔥 pic.twitter.com/ptFQvmo6qF
— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) December 20, 2025
La foto, así, deja de ser un simple recuerdo protocolar y se convierte en un documento político. En Iguazú, el Mercosur mostró una imagen de conjunto, pero también dejó ver que el poder se expresa tanto en lo que se dice como en lo que se elige no hacer, y que las diferencias ideológicas persisten incluso cuando la escenografía sugiere armonía.