21/12/2025 - Edición Nº1048

Sociedad


Salud dermatológica

LALCEC advierte a pacientes con cáncer: qué cuidados tener al exponerse al sol

21/12/2025 | La quimioterapia y la inmunoterapia pueden aumentar la sensibilidad a la radiación solar. Expertos de LALCEC advierten sobre la importancia de la supervisión médica, el uso de protección adecuada y las señales de alerta para prevenir daños irreversibles en la piel.



Con la llegada de las altas temperaturas y el aumento de las actividades al aire libre y al sol, el cuidado de la dermis se vuelve una prioridad para la población general, pero resulta crítico para quienes atraviesan un tratamiento oncológico. La exposición al sol sin los recaudos necesarios puede derivar en efectos adversos severos debido a la fotosensibilidad que generan ciertos fármacos.

Carlos Silva, director médico de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), explicó que medicamentos específicos utilizados para combatir tumores pueden alterar la respuesta de la piel ante la radiación. "Tanto la quimioterapia como la inmunoterapia pueden producir distintos tipos de lesiones. Si bien la mayoría son reversibles, es fundamental el seguimiento médico", señaló.

El riesgo de la fotosensibilidad

No todos los fármacos oncológicos reaccionan igual, por lo que la consulta con el especialista es el primer paso. Según el informe de LALCEC, muchos pacientes pasan por alto síntomas cutáneos al considerarlos irrelevantes o ajenos al tratamiento, cuando en realidad son señales de una piel vulnerabilizada.  "No se debe tomar sol si se están recibiendo medicamentos que sensibilizan la piel. Es vital que el paciente consulte a su oncólogo qué drogas de su tratamiento aumentan la sensibilidad ultravioleta", advirtió Silva.

Guía de cuidados 

Para disfrutar del aire libre de forma segura, los especialistas recomiendan adoptar una rutina de protección estricta:

*Evitar horarios críticos: No exponerse al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas. Una regla práctica es observar la propia sombra: si es más corta que la altura de la persona, el riesgo es máximo.

*Protección alta y constante: Utilizar protector solar con FPS 50 o superior. Debe aplicarse antes de salir y reaplicarse cada dos horas o tras salir del agua.

*Indumentaria adecuada: Priorizar el uso de ropas claras de mangas largas para cubrir extremidades y proteger el cuero cabelludo con sombreros o gorros.

*Hidratación dual: Beber abundante agua y aplicar cremas hidratantes diariamente para mantener la barrera cutánea sana.

Señales de alerta

El control anual preventivo es clave, especialmente antes del verano. No obstante, Silva remarcó la importancia de acudir al médico de inmediato si aparece una lesión que presente las siguientes características (regla ABCDE):

Asimetría en su forma.

Bordes irregulares o poco definidos.

Coloración heterogénea (tonos muy oscuros o cambios de color).

Diámetro superior a los 6 milímetros o crecimiento rápido.

Evolución persistente: lesiones que sangran, pican o no cicatrizan.

"La prevención y la detección temprana de lesiones de alto riesgo son las mejores herramientas para proteger la salud dermatológica durante y después del tratamiento", concluyó el especialista.