La noticia se confirmó en las últimas horas y explotó en el mundo académico: Racing Club decidió no renovar el contrato de Luciano Vietto, uno era uno de los ídolos del plantel y quien había firmado hasta diciembre de este mes. El delantero de 32 años cierra así su segundo ciclo en la institución de Avellaneda, donde había regresado con la expectativa de recuperar protagonismo.
La decisión fue comunicada directamente por el área deportiva, con Sebastián Saja como interlocutor. El motivo principal radica en la pubalgia que afectó al jugador durante gran parte de 2025, impidiéndole sumar minutos y consolidarse en el esquema de Costas.

En el plano dirigencial, la medida se enmarca en un reordenamiento del plantel de cara a la temporada 2026. Racing busca renovar energías y apostar por futbolistas con mayor continuidad, luego de un año en el que el equipo no logró cumplir los objetivos trazados.
Por su parte, Vietto ya analiza alternativas para continuar su carrera. Según trascendió, su intención es emigrar al exterior, donde espera encontrar un nuevo desafío que le permita dejar atrás las lesiones y recuperar regularidad.
Desde que volvió a ponerse la celeste y blanca, el futbolista disputó 39 partidos oficiales, 22 como titular, y convirtió ocho goles. Sin embargo, fue en el último año donde cayó notablemente su desempeño: de 29 encuentros, aportó apenas cinco tantos y tres asistencias, aunque en gran parte de la temporada estuvo lesionado.
Su gol ante Boca en en febrero fue uno de sus grandes gritos, partido que terminó 2-0 en el Cilindro y donde su estado físico aún daba esperanzas de ser realmente el refuerzo que fueron a buscar.
En su debut profesional en 2012, Luciano Vietto se convirtió rápidamente en uno de los mejores jugadores de la Academia, gracias a su velocidad, técnica y capacidad goleadora. Formado en las divisiones juveniles del club, fue símbolo de la cantera racinguista y se ganó el cariño de los hinchas con actuaciones decisivas en torneos locales e internacionales. Su primera etapa lo consolidó como un ídolo juvenil, antes de dar el salto al fútbol europeo.
El final de este vínculo entre la Academia y Luciano Vietto deja una sensación agridulce: mientras la dirigencia y el entrenador reorganizan el plantel con miras al futuro, se cierra la etapa de un jugador que supo ser ídolo del club y que ahora deberá buscar nuevos horizontes.