El encuentro entre el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, y la expresidenta Michelle Bachelet dejó una señal política clara en medio del proceso de transición. Lejos de lecturas confrontativas, la reunión reflejó la intención de Kast de construir un inicio de gobierno con anclaje institucional y apertura al diálogo con figuras clave de la historia reciente del país.
Tras la cita, Kast destacó públicamente que Chile “necesita toda la experiencia” de Bachelet, subrayando su trayectoria en áreas sensibles del Estado como salud, primera infancia, seguridad y defensa. El reconocimiento no implica coincidencia ideológica, sino una apuesta por capitalizar conocimiento acumulado en beneficio de la gobernabilidad y la continuidad institucional.
El gesto se inscribe en una estrategia más amplia del presidente electo, que ha sostenido encuentros con distintos expresidentes para recoger aprendizajes y evitar improvisaciones en la gestión. En ese marco, el diálogo con Bachelet refuerza la idea de una transición ordenada, donde las diferencias políticas no impiden el intercambio de información y experiencia.
Kast también optó por la prudencia respecto a la eventual postulación de Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas. Al postergar cualquier definición hasta después de asumir, marcó respeto por la institucionalidad vigente y evitó anticipar decisiones de política exterior sin el mandato formal del cargo.
🔴 José Antonio Kast se reunió este lunes con la exmandataria Michelle Bachelet. Tras el encuentro, el presidente electo expresó que necesita “de toda la experiencia” de sus antecesores y destacó que quiere continuar sosteniendo este tipo de instancias. pic.twitter.com/9cDjGSOth3
— Meganoticias (@meganoticiascl) December 22, 2025
El encuentro proyecta un mensaje de estabilidad hacia dentro y hacia fuera de Chile. En el plano interno, descomprime tensiones y transmite previsibilidad. En el externo, sugiere que el próximo gobierno buscará una política exterior profesional y sin gestos apresurados, incluso frente a figuras de peso internacional.

En un contexto regional marcado por la polarización, Kast eligió enviar una señal distinta: gobernar con firmeza programática, pero sin cerrar canales de diálogo. La reunión con Bachelet no borra las diferencias, pero confirma una apuesta por la experiencia, la institucionalidad y la estabilidad como ejes del inicio de su mandato.