Javier Milei, la CGT y la reforma laboral postergada: el plan que se cocina para febrero

Mientras el oficialismo recalcula su estrategia legislativa tras el revés sufrido en el Senado, la CGT celebró la postergación del tratamiento de la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Para la conducción sindical, que el debate haya sido diferido para febrero representa un “gran triunfo táctico” de los trabajadores, aunque advirtieron que el conflicto está lejos de cerrarse.

El integrante del triunvirato cegetista, Jorge Sola, sostuvo que la iniciativa oficial presenta “violaciones a conceptos de carácter constitucional” y alertó que, de avanzar sin modificaciones, podría terminar judicializada. “Van a tener muchos líos. A la vuelta de la esquina se van a chocar contra otra pared”, afirmó el dirigente en declaraciones radiales.

Desde la central obrera explicaron que la postergación fue resultado de una combinación de factores: presión sindical, trabajo político previo y la falta de votos necesarios en la Cámara alta. En ese marco, Sola destacó que hubo un diálogo “silencioso y productivo” con gobernadores, senadores y diputados de distintos espacios para advertir sobre las consecuencias del proyecto.

El dirigente también cuestionó la intención del oficialismo de avanzar con el debate “entre gallos y medianoche” y señaló que incluso esa preocupación fue transmitida a la senadora Patricia Bullrich, jefa del bloque de La Libertad Avanza en el Senado. “Debatir esto de ese modo era un error y se tomó nota”, remarcó.

De cara a febrero, la CGT anticipó que intensificará las gestiones políticas y no descartó nuevas medidas de fuerza si el Gobierno insiste sin habilitar instancias de consenso. “La hoja de ruta ahora es hablar con los senadores que aceptaron tener una mirada con nosotros, de distintos sectores”, explicó Sola, y advirtió que, sin cambios de fondo, la reforma laboral volverá a encontrar resistencia en la calle y en los tribunales.