Más y más demandas: Kevin Costner puede ir a juicio por incumplimiento de pagos en Horizon

El proyecto cinematográfico de Kevin Costner, Horizon: An American Saga, enfrenta un nuevo y complicado capítulo legal que pone en jaque su continuidad. La empresa Western Costume presentó este lunes una demanda en un tribunal de California contra el actor y su productora, Territory Pictures, alegando el incumplimiento en el pago de alquileres de vestuario para la segunda entrega de la serie. Según la denuncia, la producción adeuda aproximadamente 440.000 dólares, una cifra que incluye tanto las tarifas no abonadas como los supuestos daños sufridos por varias de las prendas utilizadas durante el rodaje.

Este conflicto no es un hecho aislado, sino que se suma a una serie de tropiezos financieros que han perseguido a la saga desde su concepción. De acuerdo con la demanda, la producción “no pagó la tarifa acordada por el vestuario y no devolvió los trajes sin daños”, lo que reitera problemas de gestión que ya habían derivado en un acuerdo legal previo por motivos similares a principios de este año. La situación es crítica, considerando que la primera película apenas recaudó 38.7 millones de dólares frente a un presupuesto de 100 millones, lo que ha dejado a la segunda parte sin una fecha de estreno definida y bajo llave.

La presión económica sobre el ganador del Oscar es evidente, ya que se encuentra en una búsqueda desesperada de fondos para completar la tercera y cuarta entrega de su epopeya del Oeste. Costner incluso llegó a reunirse con altos funcionarios de Arabia Saudita para intentar asegurar el financiamiento necesario, aunque las negociaciones no llegaron a concretarse. Mientras tanto, en Utah se construye un estudio de cine de 100 millones de dólares vinculado a su productora, lo que añade una carga financiera adicional a un panorama ya de por sí saturado de deudas y compromisos incumplidos.

A nivel corporativo, el actor también enfrenta una batalla legal contra City National Bank y la distribuidora New Line Cinema. El conflicto gira en torno al incumplimiento de un acuerdo de cofinanciamiento, lo que ha llevado a las partes a una instancia de arbitraje programada para marzo. New Line sostiene que tuvo que cubrir montos que correspondían a la productora de Costner, mientras que el banco reclama que todavía se le adeuda una suma mayor. Este enredo judicial amenaza con paralizar cualquier intento de retomar la producción de las secuelas restantes en el corto plazo.

Por si fuera poco, el entorno de trabajo en el set también ha sido objeto de escrutinio judicial. En el Tribunal Superior de Los Ángeles, una especialista en acrobacias de la segunda entrega ha demandado a la producción por acoso sexual y discriminación. La denuncia menciona la filmación de una escena de violación que no estaba en el guion original y que se realizó sin la presencia de un coordinador de intimidad, un requisito que es obligatorio por contrato.