Victoria Villarruel lanzó este martes una dura advertencia sobre el financiamiento operativo del Senado, denunciando que la Cámara entrará "en rojo" de forma inmediata. Tras inaugurar el oratorio "Santa María Antonia de San José Mamá Antula", la titular del cuerpo expuso una maniobra presupuestaria que deja a la Cámara alta con "presupuesto cero" en partidas críticas, mientras que la Cámara de Diputados, presidida por Martín Menem, sí cuenta con los recursos garantizados.
La denuncia de Victoria Villarruel apunta directamente a la Jefatura de Gabinete, bajo el control de Karina Milei, por la falta de asignación en los rubros de "Bienes de Uso" y "Bienes de Consumo" para el Senado en el Presupuesto 2026. Este reclamo no solo desnuda la asfixia económica sobre la Vicepresidenta, sino que profundiza la fractura con el "Triángulo de Hierro" de la Casa Rosada, apenas un día después de que Javier Milei volviera a plantar a la Iglesia Católica en el tradicional saludo de Navidad.
Durante el diálogo con la prensa acreditada, Villarruel fue tajante al describir la discriminación presupuestaria frente a la Cámara baja. "No pasó nunca que haya un cero en uno de los incisos. Máxime, cuando Diputados sí lo tiene reconocido", sentenció la vicepresidenta. La referencia técnica alude a las líneas de gasto que permiten el mantenimiento básico de la "Casa", desde insumos de oficina hasta equipamiento tecnológico, rubros que en la Cámara de Diputados fueron blindados.
Ante la consulta sobre si este faltante fue una decisión deliberada o una omisión técnica, Villarruel apeló a la ironía política para señalar a los responsables: "Supongo que se les debe haber pasado". Sin embargo, confirmó que el estado de situación ya había sido comunicado a la Casa Rosada a través de los interlocutores habituales, incluyendo a la ministra Patricia Bullrich y al bloque de La Libertad Avanza (LLA), sin obtener respuestas satisfactorias.
El escenario elegido para el reclamo no fue casual. La inauguración del oratorio en el Congreso funcionó como un contrapunto simbólico al desplante de Javier Milei a la Conferencia Episcopal. Mientras el Presidente recibía el lunes a un coro evangélico en la Casa Rosada y evitaba por segundo año consecutivo a los obispos católicos, Villarruel se mostraba junto al clero local para reivindicar la "espiritualidad" en el Senado.
"Me gustaba que hubiera acá un lugar en el que pudiéramos rezar... más en un lugar donde se están dirimiendo decisiones tan difíciles", expresó la Vicepresidenta, diferenciándose del eje espiritual del mandatario. Esta capitalización del vacío católico dejado por Milei le permite a la titular del Senado consolidar su propio vínculo con el Vaticano y los sectores conservadores, en un momento donde el ajuste económico es cuestionado por la Iglesia por su impacto social.

Con el Presupuesto 2026 ya en instancias finales y sin margen para modificaciones directas, la operatividad del Senado queda ahora atada a la voluntad política de la Jefatura de Gabinete. La única vía para revertir el "rojo" de diciembre es una redirección de partidas discrecional, un movimiento administrativo que depende exclusivamente del área de influencia de Karina Milei.
Desde los pasillos del Congreso, algunos legisladores ven en este recorte una "maniobra de disciplinamiento" por la autonomía que Villarruel ha mostrado en la agenda libertaria. Si la Casa Rosada no habilita los fondos, el Senado podría enfrentar dificultades logísticas severas para sesionar durante las extraordinarias de verano, poniendo en riesgo leyes clave del oficialismo.
TM