La parálisis del Senado bonaerense sumó este martes un nuevo capítulo. En medio de la falta de definición de las vicepresidencias de la Cámara alta y con dos bancas aún sin ocupar, el bloque de Unión por la Patria presentó un pedido formal de sesiones especiales para destrabar el tratamiento de proyectos considerados estratégicos, entre ellos dos iniciativas vinculadas al sistema de salud que podrían perder estado parlamentario el 31 de diciembre.
La nota, dirigida a la presidenta del Senado, la vicegobernadora Verónica Magario, invoca artículos del Reglamento Interno y advierte sobre la “correcta continuidad administrativa” de la Cámara. El planteo fue ingresado el 23 de diciembre y cuenta con la firma de varios senadores del oficialismo, que reclaman la convocatoria a una sesión especial el 29 de diciembre.
El eje del reclamo está puesto en dos proyectos enviados por el Poder Ejecutivo que ya cuentan con media sanción de la Cámara de Diputados: la creación del Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense y la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud. De no ser tratados antes de fin de año, ambas iniciativas caducarían, obligando a reiniciar el trámite legislativo desde cero.
Desde el oficialismo sostienen que no existen obstáculos numéricos para avanzar. “En el Senado el peronismo tiene quórum propio y mayoría para convertirlos en ley”, afirmó el senador provincial Emmanuel Santalla, quien apuntó directamente contra la conducción de la Cámara.
“Si estos proyectos no son sancionados es por responsabilidad exclusiva de la Presidenta del Senado Verónica Magario, a quien se le pidió por nota en tres oportunidades que convoque sesión especial para su tratamiento y nunca respondió”, sostuvo Santalla.
El reclamo se inscribe en un contexto más amplio de desorden institucional en el Senado bonaerense. Tras la sesión preparatoria de diciembre, la Cámara quedó sin autoridades plenamente designadas en las vicepresidencias y con dos senadores que solicitaron licencia inmediata tras jurar, sin que hasta el momento se haya avanzado en la jura de sus reemplazos, una situación que profundizó el parate legislativo.
Se trata de los casos de Gabriel Katopodis, quien pidió licencia para continuar al frente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia, y de Diego Valenzuela, que solicitó el apartamiento de su banca en el marco de su salida del municipio y su eventual incorporación al gobierno nacional. En ambos casos, las bancas deberían ser ocupadas por Roxana López y Marisa Pirillo, respectivamente, pero las juras aún no se concretaron por la falta de nuevas sesiones.
En el escrito presentado, el bloque de Unión por la Patria advierte que la falta de convocatoria no solo vulnera el Reglamento Interno de la Cámara, sino que podría derivar en responsabilidades administrativas e incluso penales si se continúan realizando actos sin mandatos regularizados en áreas clave de la estructura legislativa.
Santalla también puso el foco en el impacto concreto del parate legislativo sobre el sistema de salud y cuestionó el doble discurso interno. “Los trabajadores y trabajadoras de la salud están esperando que estos dos proyectos puedan ser tratados”, remarcó.
Y agregó, en tono político: “Los mismos que hace poco decían sin ningún fundamento que el ‘kirchnerismo lima al gobernador y no le aprueba los proyectos’ son los que ahora se los dejan caer. No sé de qué se van a disfrazar”.
Con el 31 de diciembre como fecha límite para evitar la caducidad de las iniciativas, el pedido de sesión especial tensiona aún más la relación interna dentro del oficialismo bonaerense y expone el costo político del parate del Senado. La definición ahora queda en manos de la Presidencia de la Cámara, Verónica Magario, mientras crecen las presiones para reactivar un cuerpo legislativo que, a días del cierre del año, sigue sin normalizar su funcionamiento.
El proyecto ingresado cuenta con las firmas de Sergio Berni, Martínez María Rosa, Diego Videla, Emmanuel González Santalla, Fernanda Raverta, Laura Clark, Sabrina Bastida, Amira Curi, Evelyn Diaz, María Inés Laurini y Mónica Macha.


