25/12/2025 - Edición Nº1052

Deportes


La Plata

La Navidad en que Gimnasia y Pedro Troglio le declararon la guerra a la sidra Real

24/12/2025 | Una publicidad disparó cargadas de los hinchas de Estudiantes, mientras los Triperos desplegaron un histórico boicot comercial.



Durante la Navidad del 2015 en la ciudad de La Plata, la grieta futbolística entre Estudiantes y Gimnasia marcó como nunca la mesa navideña. Pero no fue por un clásico o un partido de fútbol.

Todo empezó con una publicidad de la sidra Real, donde los hinchas del Lobo se sintieron ofendidos y montaron el boicot comercial más grande que se recuerde en la historia de la ciudad.

La empresa había realizado un típico spot publicitario navideño que se difundió por redes sociales y televisión. El concepto era original y recreaba una oficina “de deseos”, a donde iban a parar los que la gente pedía en distintos festejos antes de brindar.

En medio de esa historia, se nombraba a Gimnasia. La escena mostraba a un “oficinista” que le consulta a su jefe si un campeonato es posible y este le responde “Decile a los de ‘Sistemas’ que lo mande a ‘Milagros'”.

Troglio y el llamado a un boicot comercial contra sidra Real

Esa pieza publicitaria desató una ola de repudio e insultos por parte de los hinchas triperos hacia la sidra Real. Por el contrario, los pincharratas enseguida comenzaron a difundir y festejar la ocurrencia de la publicidad.

El por entonces técnico de Gimnasia, Pedro Troglio, habló muy molesto en una radio local: "Me parece de muy mal gusto lo que han hecho y no voy a comprar nunca más una de esas sidras, los triperos vamos a comprar de las otras marcas".


Pedro Troglio era el técnico de Gimnasia y miles de hinchas siguieron al pie de la letra sus palabras.

Las dichos del entrenador dispararon rápidamente una increíble y masiva campaña de boicot contra la sidra Real, que hubiera envidiado el mismísimo expresidente de la Nación Néstor Kirchner, cuando llamó a no cargar nafta en las estaciones de servicio Shell.

Las redes sociales estallaron de mensajes contra la marca, se difundían datos personales de los creadores de la publicidad, comerciantes triperos retiraban el producto de sus góndolas y en los hipermecados las botellas aparecían con una faja de papel que afirmaba que la bebida tenía ingredientes tóxicos.

Dos creativos en aprietos

El guión y la realización del aviso fueron obra de la agencia “Carlos y Darío”, perteneciente a Darío Straschnoy y Carlos Baccetti. Cuando la campaña en su contra aumentaba, el estudio creativo pidió disculpas, pero no calmaron en absoluto la ira de los hinchas.

En medio del caos, otras empresas aprovecharon la situación. La sidra Del Valle, propiedad de una de las pocas sidreras rionegrinas administradas por una familia, se volcó por Gimnasia. La empresa familiar de Luis y Ana María Saccani, realizó una acción promocional con el medio partidario “Revista Ginasiá” en Twitter.

Sin embargo, el conflicto desbordó el plano digital y la situación comenzó a descontrolarse. Un incidente con dos hinchas que rompieron botellas en un supermercado de La Plata y la convocatoria por redes sociales a “visitar” las oficinas comerciales, llevaron a sidra Real a cortar por lo sano.

La empresa y el estudio decidieron editar la publicidad y eliminar el fragmento donde se mencionaba a Gimnasia. Además, se disculparon con los dirigentes del club que estaban a punto de ir a la Justicia.

La mesa navideña de los pinchas y triperos

Pocos días antes de Navidad, cuando todo comenzaba a apaciguarse, el secretario técnico de Estudiantes, Agustín Alayes, junto a Martin Mazzucco y Nelson Vivas, volvieron a encender la mecha. Compartieron una selfie en las redes sociales, donde se los veía sonrientes con una botella de la sidra de la polémica.

El brindis de la Navidad de 2015 en La Plata, no estuvo marcado por gustos o tradiciones familiares. Muchos pincharratas dejaron de lado a las marcas premium. Los hinchas de Estudiantes, como era de esperarse, se volcaron masivamente por la popular sidra Real, una de las más baratas del mercado.

Al mismo tiempo, en las mesas navideñas de Gimnasia se podían ver sidras Del Valle, 1888, La Farruca o Victoria. La consigna era clara: a la hora del brindis, había que hacerle caso a Pedro Troglio y no podía haber ninguna botella con la marca prohibida.