En una acción llevada adelante para proteger a los consumidores durante las fiestas de fin de año, la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial aplicó las primeras multas que superan los $100 millones. Las sanciones recayeron sobre un grupo de importadores tras denuncias presentadas por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) por graves incumplimientos en las normas de seguridad.
El caso más alarmante involucra a un teléfono didáctico para bebés con luces y sonidos. Según las pericias técnicas, el juguete supera los decibeles permitidos, lo que representa un riesgo directo para la salud auditiva de niños de entre 6 meses y 3 años. Lo más grave del caso es que el producto exhibía sellos de seguridad falsos en su empaque para engañar a los compradores.
Ante la gravedad de los hechos, las autoridades no solo aplicaron la multa económica, sino que dispusieron medidas preventivas estrictas:
Retiro inmediato de los productos del mercado físico; baja de publicaciones en plataformas de comercio electrónico; eliminación de ofertas internacionales de productos que ya habían sido retirados del mercado estadounidense por peligrosidad; posible bloqueo de CUIT; publicación de la condena, en este caso, la empresa sancionada está obligada a publicar la resolución en un medio digital de alcance masivo.

La CAIJ advirtió que gran parte de la mercadería peligrosa o de contrabando se canaliza a través de lugares donde los controles son más laxos, como bazares, kioscos, farmacias, puestos de diarios y polirrubros.
Por el contrario, la entidad recomendó comprar exclusivamente en canales formales (jugueterías de barrio, grandes cadenas y supermercados). "Estos comercios garantizan la trazabilidad, cuentan con certificaciones obligatorias y ofrecen productos alineados al poder de compra real de las familias", destacaron desde la Cámara.
Para evitar riesgos en estas fiestas, la Cámara recomendó a los padres verificar que el producto cuente con el Marcado de Conformidad, que incluye: