24/12/2025 - Edición Nº1051

Economía

boom de viajes

Récord de argentinos viajando y caída del turismo extranjero

24/12/2025 | En once meses, salieron más de 11 millones de residentes y entraron menos de 5 millones de turistas



El ingreso de turistas extranjeros a la Argentina continúa en retroceso y consolida uno de los desequilibrios más profundos de los últimos años en la balanza turística.

En un contexto de dólar barato, precios locales poco competitivos y destinos regionales más atractivos -con Brasil a la cabeza-, el país atraviesa el mayor déficit turístico acumulado para un período de once meses desde que hay registros oficiales.

El fenómeno no es solo estadístico. Implica una salida neta de divisas en un momento de escasez de reservas del Banco Central de la República Argentina, y coincide con una estrategia oficial orientada a mantener el tipo de cambio contenido mediante intervenciones en el mercado cambiario.

Un rojo récord que se agrava en la previa de la temporada alta

Según los últimos datos del INDEC, entre enero y noviembre salieron del país 11,19 millones de residentes, mientras que ingresaron 4,78 millones de turistas extranjeros. El saldo neto fue negativo en 6,41 millones de personas, el más elevado de toda la serie histórica para ese período.

El deterioro se profundizó en noviembre, un mes clave por su impacto en el inicio de la temporada alta. Durante ese mes, las salidas al exterior alcanzaron 763.789 personas, un 15,3% más que un año atrás, mientras que los ingresos de no residentes sumaron 491.371, con una caída interanual del 2,7%. El déficit mensual fue de 272.418 personas, un 73% mayor al registrado en noviembre de 2024.

En términos históricos, el rojo acumulado de 2025 ya superó al de 2017 a igual altura del año y quedó muy cerca del peor registro anual completo, correspondiente a 2018. La comparación es aún más relevante si se considera que no incluye diciembre, un mes tradicionalmente deficitario para la balanza turística.

Menos datos oficiales, más incertidumbre

El dato se conoció en la misma semana en la que el INDEC confirmó que, a partir del 1° de enero de 2026, dejará de financiar la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) y la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH), dos de los principales relevamientos estadísticos del sector.

La decisión fue impulsada por el secretario de Turismo y Ambiente, Daniel Scioli, y generó preocupación entre analistas y actores del sector, ya que reduce la disponibilidad de información clave para monitorear una actividad estratégica en términos de empleo, consumo y divisas.

El problema de fondo: tipo de cambio y precios relativos

Más allá de los programas de estímulo, el desequilibrio encuentra una explicación central en el frente cambiario. Según un análisis de la consultora Equilibra, si bien el Tipo de Cambio Real Multilateral se depreció y hoy se ubica 18% por encima del promedio del primer bimestre del año, el impacto efectivo sobre el turismo fue limitado.

La virtual eliminación del dólar tarjeta y la posibilidad de pagar consumos en el exterior al tipo de cambio oficial hicieron que el tipo de cambio efectivo del turismo convergiera al dólar oficial, que se mantiene apenas 5% por encima del nivel de comienzos de año y 30% por debajo del promedio histórico desde la salida de la convertibilidad.

A esto se suma la brecha de precios entre destinos locales y extranjeros. Un relevamiento Equilibra sobre paquetes para el verano de 2026 muestra que vacacionar en el exterior sigue siendo más barato que hacerlo dentro del país: mientras destinos nacionales como Ushuaia, Villa Carlos Paz o Pinamar superan los USD 170 a USD 250 diarios, opciones como Florianópolis o Santiago de Chile se ubican entre USD 109 y USD 147 por día.

No solo dólar: comportamiento y expectativas

El salto del turismo emisivo también tiene componentes de comportamiento. Para Daniel Schteingart, director de Desarrollo Productivo Sostenible de Fundar, el dólar barato no explica todo.
“En un país con alta volatilidad, aparece un componente de oportunismo: muchos deciden viajar ahora porque no saben cuánto va a durar este contexto”, señaló.

A eso suma un cambio en los patrones de consumo: ante la dificultad de acceder a la vivienda por la falta de crédito, especialmente entre los jóvenes, parte del ahorro en dólares se vuelca al consumo presente, como los viajes al exterior.

Brasil, el gran ganador regional

El principal beneficiario de este proceso es Brasil, que atraviesa un año récord en turismo internacional. Según datos oficiales, más de 9 millones de turistas extranjeros ingresaron al país entre enero y noviembre, superando el máximo histórico previo. La Argentina se consolidó como el principal mercado emisor, con 3,1 millones de turistas, un 82,1% más que en igual período de 2024.

El impacto económico es significativo: los turistas extranjeros dejaron en Brasil USD 7.170 millones en once meses, un 8,4% más interanual. En contraste, según estimaciones del Ieral, la salida de dólares por turismo emisivo en la Argentina rondaría este año entre USD 11.000 y USD 13.000 millones, con un saldo negativo de USD 7.000 a USD 9.000 millones.

Un problema estructural

El desbalance de 2025 se inscribe, además, en una dinámica de largo plazo. La balanza turística argentina fue deficitaria en 42 de los últimos 49 años, y entre 2016 y 2024 el rojo promedio anual rondó los USD 3.000 millones (0,5% del PIB), según Argendata, el proyecto de datos de Fundar.

Incluso en períodos de fuerte ingreso de turistas extranjeros, el gasto de los residentes en el exterior superó sistemáticamente al de los visitantes que llegaron al país.

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