El 26 de diciembre de 2004, un terremoto submarino de magnitud excepcional sacudió el fondo del océano Índico frente a la costa de Sumatra, Indonesia, y desencadenó uno de los tsunamis más devastadores de la historia moderna. En cuestión de horas, olas gigantes arrasaron comunidades costeras en Asia y África, dejando una estela de destrucción que marcó a una generación entera.
La catástrofe afectó a más de una docena de países. Indonesia concentró el mayor número de víctimas, especialmente en la provincia de Aceh, pero el impacto se extendió a Sri Lanka, India, Tailandia, Maldivas y hasta la costa oriental de África. El saldo humano superó las 230.000 muertes, con millones de personas desplazadas y pérdidas materiales incalculables.
La magnitud del desastre sorprendió al mundo por la velocidad y el alcance de la destrucción. En muchas zonas, la población no recibió advertencias previas, ya que el océano Índico carecía entonces de un sistema regional de alerta temprana. El resultado fue una tragedia amplificada por la falta de preparación y por la vulnerabilidad de comunidades enteras frente a fenómenos naturales extremos.
Las imágenes de ciudades inundadas, aldeas borradas del mapa y sobrevivientes buscando a sus familiares recorrieron el planeta. La respuesta internacional fue inmediata: gobiernos, organizaciones humanitarias y ciudadanos de todo el mundo movilizaron ayuda sin precedentes para asistir a las víctimas y reconstruir las zonas afectadas.
🚨REMINDER: THIS IS HOW FAST A TSUNAMI CAN KILL
— HustleBitch (@HustleBitch_) July 30, 2025
This is footage from the 2004 Indian Ocean tsunami slamming into Phuket, Thailand.
It looked calm… until it wasn’t.
220,000 people never made it out. pic.twitter.com/Ggu1fsrgby
Más allá del impacto inmediato, el tsunami del Índico dejó un legado duradero. La tragedia impulsó la creación y el fortalecimiento de sistemas internacionales de alerta de tsunamis y programas de preparación ante desastres, destinados a reducir riesgos y salvar vidas en el futuro.
The 2004 Indian Ocean #tsunami was highly destructive, killing 228,000 people across 14 countries and causing damage totalling nearly US$10 billion. Learn more about this disaster and the recovery efforts here: https://t.co/gztm2QDJwt
— ReliefWeb (@reliefweb) December 23, 2025
📷 OCHA/Robert Turner pic.twitter.com/pAKaXBz8du
A dos décadas del desastre, el 26 de diciembre se recuerda como una fecha de duelo y reflexión. La memoria de las víctimas sigue siendo un recordatorio de la fragilidad humana frente a la naturaleza y de la importancia de la cooperación global, la prevención y la solidaridad ante catástrofes que trascienden fronteras.