La competencia más extrema del mundo del automovilismo vuelve en enero para abrir la temporada del Mundial de Rally-Raid. Con importantes cambios y sin las dunas del Empty Quarter, la 48ª edición pone a prueba a los mejores pilotos del planeta.
Del 3 al 17 de enero, Arabia Saudita volverá a ser, por sexta vez consecutiva, el epicentro de la carrera más exigente y prestigiosa del mundo. Se trata de la prueba inaugural del Campeonato Mundial de Rally-Raid, fiscalizado rigurosamente por la FIA y la FIM. Con la ciudad de Yambú como punto de partida y de llegada, la caravana del Dakar se enfrentará a un desafío monumental.
La organización diseñó un trazado que busca elevar la vara de la dificultad técnica. El itinerario oficial confirma que los competidores deberán superar 13 etapas, con una única jornada de descanso y, para aumentar la tensión, dos etapas maratón que pondrán a prueba la capacidad de conservación de las máquinas por parte de los pilotos.
Una de las noticias que más ha sacudido a los equipos es la eliminación de la zona del Empty Quarter. Este famoso desierto, conocido por sus traicioneras y gigantescas dunas, no formará parte del mapa en 2026.

Con 21 representantes, nuestro país se posiciona como una de las naciones con mayor presencia en la línea de largada, ubicándose sólo por detrás de las potencias históricas europeas como Francia, España, Italia y República Checa.
La delegación albiceleste estará presente en casi todas las divisionales, a excepción de los camiones.
Gran parte de la expectativa nacional se concentra en la categoría Challenger (anteriormente conocida como T3). Aquí es donde brillan los cordobeses Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini. La pareja, que llega como vigente campeona mundial y ganadora del título en 2024, defenderá su corona dentro del equipo Vertical Motorsport.
El vehículo con el que buscarán repetir la hazaña llevará el número 300. Se trata de un Taurus T3, un prototipo de pura sangre de carreras que cuenta con un chasis tubular y una carrocería de fibra de carbono. Esta máquina de 980 kilos está impulsada por un motor turbo de 1.000 cc capaz de desarrollar 185 caballos de fuerza, una verdadera joya de la ingeniería.
Pero no estarán solos. La categoría Challenger verá el debut en cuatro ruedas de una leyenda: Kevin Benavides. El salteño, quien ya sabe lo que es ganar el Dakar en motos, da el gran salto a los autos. Competirá con un Taurus del equipo BBP Motorsport (número 347), navegado por Lisandro Sisterna.

En la categoría Side by Side (SSV), destinada a vehículos de serie modificados, también hay movimientos interesantes. Manuel Andújar, ex campeón en cuatriciclos, se suma a esta clase competitiva.
El de Lobos pilotará el número 405 dentro del equipo oficial Can-Am, llevando a Andrés Frini en la butaca derecha. También dirán estarán los cordobeses Jeremías González Ferioli y Gonzalo Rinaldi (409), y Bruno Yacomy, quien navegará al chileno Lucas Del Río.
En las dos ruedas, las esperanzas recaen fuertemente sobre Luciano Benavides. El menor de los hermanos competirá en la categoría Motos con una KTM, consolidado como una de las figuras principales de la marca austríaca en su eterna lucha contra Honda.
Por otro lado, en la categoría Dakar Classic, el argentino Gastón Mattarucco acompañará al colombiano Javier Vélez a bordo de un histórico Toyota Land Cruiser del equipo BE Racing.
Finalmente, en la categoría reina, la Ultimate, Eduardo Blanco será el copiloto del español Jesús Calleja en el Santana Racing. Blanco ocupa el lugar que deja vacante el mendocino Juan Cruz Yacopini, quien confirmó su baja tras un accidente reciente que le impide estar en condiciones de salud óptimas para la largada.