26/12/2025 - Edición Nº1053

Agro

Panorama

Precios estables, nuevos hábitos y rentabilidad en duda: el balance 2025 en la venta de agroinsumos

26/12/2025 | Los distribuidores de Buenos Aires se encontraron con un mercado más previsible pero con márgenes ajustados.



El 2025 fue un año de vaivenes para el mercado de agroinsumos en la provincia de Buenos Aires: comenzó atravesado por la incertidumbre, se ordenó con precios estables y terminó con la rentabilidad bajo presión.

Las primeras semanas del 2025 encontraron al sector envuelto en un clima de desconfianza generalizada. La amenaza de continuidad de la sequía se combinó con los problemas financieros de algunas empresas de peso dentro del rubro, generando un escenario que impactó de lleno en la cadena comercial. 

“Parece que nos olvidamos, pero cuando arrancamos el año veníamos con una posible amenaza de seca”, recordó Diego Napolitano, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroinsumos de la Provincia de Buenos Aires (CEDASABA), en diálogo con NewsDigitales

A ese factor climático se sumó el ruido generado por la situación de compañías vinculadas al negocio de insumos. “Había dos o tres empresas con problemas: los Grobo, Agrofina y Surcos y cuando hay ruido en la cadena no importa si la compañía es solvente o tiene respaldo. Cuando le metés ruido a algo solvente, empiezan las dudas”, explicó. 

Según sostuvo el directivo,  ese contexto marcó el pulso en el inicio del año y obligó a operar con extrema cautela, aun entre los actores más ordenados del mercado.

Precios estables tras un 2024 de caída abrupta

Superada esa etapa inicial, el mercado tendió a ordenarse y dejó atrás la fuerte volatilidad del año anterior. Napolitano fue contundente al comparar ambos períodos. “El 2024 lo habíamos terminado con los insumos a la baja de una manera muy brutal. El 2025, si tengo que ponerle un título, fue insumos estables”, afirmó.

Esa estabilidad, aclaró, no implicó un regreso a márgenes holgados y mostró ciertas salvedades. En especial, ante un contexto internacional más restrictivo en materia de financiamiento. “China redujo el crédito a la Argentina y al mundo, pero especialmente a nuestro país”, señaló. 

Esa situación limitó la capacidad de compra y obligó a administrar stocks con mayor precisión. “Argentina no pudo comprar todo lo que hubiera querido”, agregó el dirigente de CEDASABA. 

El “cambio de matriz del productor” y las compras “a último momento”

Uno de los cambios más profundos que dejó 2025 fue la modificación en la lógica de compra del productor. En esa dirección, Diego Napolitano habló de un verdadero “cambio de matriz” en la toma de decisiones. “En otros años el productor compraba los insumos como refugio de valor. Este año no: los compró por necesidad”, explicó.

Ese giro se reflejó en un comportamiento mucho más ajustado a los tiempos productivos. “El productor esperó hasta el último minuto para pedirle el insumo al distribuidor”, señaló, y añadió que esa misma lógica se trasladó al resto de la cadena.

“Y el distribuidor esperó hasta el último minuto para pedirle a su insumera o a su proveedor, ya sea nacional o internacional” observó. 

Para describir ese esquema, el especialista apeló a una metáfora conocida pero elocuente: “Todo tuvo que funcionar como un reloj suizo, el famoso ‘Just in Time’ japonés”. Sin embargo, advirtió que ese modelo deja poco margen para el error y requiere una coordinación perfecta entre todos los eslabones, algo que no siempre sucedió. 

Abastecimiento, crédito externo y “baches” en la provisión

La combinación de menor financiamiento externo y los cambios en los hábitos de decisiones derivó en faltantes puntuales durante el año. “Te encontraste con baches en la provisión de ciertos insumos”, señaló Napolitano, y mencionó casos concretos. “Por ejemplo, Cletodim o Paraquat, que son insumos básicos para nuestro sector”.

El dirigente explicó que, con importaciones más flexibles, el problema ya no pasó tanto por las trabas administrativas sino por el financiamiento. “La importación estuvo fluida, siempre y cuando tuvieras crédito en China. Si en promedio siempre tenías un crédito de 100, en algunos casos bajó al 50”, ejemplificó. Esa restricción, remarcó, “tarde o temprano repercutió en toda la cadena” dijo. 

A ello se sumaron las dificultades propias de un sistema ajustado. “Cuando todo tiene que funcionar por reloj, cualquier retraso en la aduana, un buque que no llega a tiempo o un problema financiero genera un bache”, explicó. Y agregó: “No siempre fue falta de producto; muchas veces fue tenerlo en el momento justo”.

Una campaña con realidades muy distintas dentro de Buenos Aires

En el plano productivo, Diego Napolitano hizo hincapié en la heterogeneidad de la campaña agrícola. Mientras en algunas regiones del país se habló de cosechas récord, en otras zonas de la provincia de Buenos Aires la situación fue muy distinta. “Algunos te hablan de récord de trigo, pero te vas al sudeste bonaerense y sigue siendo el mismo trigo de todos los años”, afirmó.

En algunas regiones, las inundaciones jugaron un rol clave en esa disparidad. “Hubo zonas como 9 de Julio, Daireaux, Bolívar o Carlos Casares con grandes complicaciones. En un momento se habló de hasta cinco millones de hectáreas bajo el agua”, recordó. 

En otros distritos bonaerenses, como Azul o Saladillo, el impacto fue menor pero tampoco permitió jugar a pleno: “No se sembró todo el trigo que se tendría que haber sembrado, se llegó apenas a un 60 o 70 por ciento”, precisó.

“Por eso cuando me hablan de cosecha récord, yo me pregunto dónde me paro”, insistió. “¿Me paro en Córdoba? Puede ser récord. ¿Me paro en Azul? No es récord”. Para el representante de CEDASABA esa multiplicidad de realidades explicó buena parte de las discusiones del año. “La realidad de uno es la verdad de uno”, resumió.

Rentabilidad en duda y un 2026 cargado de desafíos

Más allá de la estabilidad de precios y de un mercado más ordenado, el balance final dejó una preocupación central: la rentabilidad. Diego Napolitano fue claro al respecto. “El año no se terminó mal, pero se terminó con una preocupación global en todo el sector”, afirmó. En particular, el problema se sintió en el eslabón de la distribución. “En varias reuniones algunos ya hablaron directamente de rentabilidad cero”, sostuvo.

El dirigente vinculó esa situación con la caída en los precios de los insumos y la necesidad de adaptarse al nuevo comportamiento del productor. “Venías con Cletodim a 12 y hoy está a 7. Eso fue en dos años”, ejemplificó. Frente a ese escenario, sostuvo que el único camino posible fue profundizar la eficiencia. “Como distribuidor y como industria de insumos, sí o sí tenés que ser cada vez más eficiente en todos los procesos”, señaló.

De cara a 2026, el referente del sector proyectó un año exigente pero más realista. “Después de un año que nos volvió a enseñar cómo y cuándo comprar, creemos que viene un 2026 lleno de desafíos”, afirmó. 

La estabilidad macroeconómica apareció como un factor clave, aunque insuficiente por sí solo. “La estabilidad te da previsibilidad, pero el gran tema es cómo recuperar rentabilidad”, concluyó.