Elisa Carrió cumple este viernes 26 de diciembre 69 años y vuelve a ocupar un lugar central en el repaso de la política argentina contemporánea.
Abogada, ex diputada nacional, ex candidata presidencial y fundadora de la Coalición Cívica, Carrió es una de las dirigentes más influyentes —y controversiales— de las últimas tres décadas, incluso sin ocupar cargos públicos en la actualidad.
Nacida en Resistencia, Chaco, y formada académicamente en el derecho constitucional, dio su salto a la política nacional durante la Convención Constituyente de 1994.

Sin embargo, fue tras la crisis de 2001 cuando su figura adquirió proyección masiva, construyendo un perfil propio basado en la denuncia sistemática del poder, una narrativa ética de la política y una frontalidad discursiva que la volvió tan respetada por sus seguidores como cuestionada por sus detractores.
Aliada clave del macrismo desde 2015, aunque siempre incómoda y autónoma, Lilita se consolidó como una dirigente difícil de encasillar: opositora temprana del kirchnerismo, crítica interna de sus propios aliados y protagonista de innumerables polémicas públicas.
Parte central de su identidad política fue su lenguaje: sentencias tajantes, advertencias apocalípticas y frases que marcaron agenda, muchas veces antes de que los hechos terminaran dándole —o no— la razón.
“Cristina Kirchner es la jefa de una asociación ilícita” (2016). Contexto: Presentación judicial tras la salida del kirchnerismo del poder. Una de sus declaraciones más duras.