La carrera por la sucesión de Sergio Ziliotto ya está en marcha en La Pampa y el primero en salir a la cancha fue el senador Daniel Pablo “Paly” Bensusán, que decidió levantar el perfil y admitir públicamente su aspiración a gobernar la provincia. El movimiento no pasó inadvertido dentro del peronismo local y reactivó la histórica interna con el sector que responde al exgobernador Carlos Verna.
Aunque Verna fue quien ungió a Ziliotto como su sucesor, la relación se quebró hace años y hoy transita una convivencia fría, marcada por chicanas y pases de factura. En ese escenario, la aparición de Bensusán como delfín del actual gobernador funciona como una provocación directa al vernismo, que nunca terminó de aceptar el liderazgo pleno del ziliottismo.
Ziliotto, por su parte, trabaja en dos planos: consolidar su peso político nacional y ordenar su tropa. En ese esquema, Bensusán aparece como pieza central junto a los diputados Abelardo Ferrán, Ariel Rauschenberger y Varinia “Lichi” Marín, el núcleo que responde a la estrategia del gobernador en el Congreso.
Desde el Senado, Bensusán empezó a diferenciarse con un discurso más confrontativo frente al gobierno de Javier Milei. En las últimas semanas advirtió sobre la posibilidad de que se repita una “Banelco” para aprobar la reforma laboral, una comparación que buscó asociar al oficialismo libertario con el escándalo de coimas de la era Fernando de la Rúa y que fue respaldada públicamente por Ziliotto.
El gobernador llega a esta etapa fortalecido: es considerado un interlocutor válido por la Casa Rosada, integra el grupo de mandatarios que marca límites al ajuste y logró acuerdos que le dieron aire financiero a la provincia. Ese respaldo le permite relativizar los dardos de Verna, que volvió a cargar contra Ferrán y a mover piezas desde las redes, sin mostrar aún su carta definitiva para 2027.
Con la sucesión ya instalada en la agenda, el PJ pampeano entra en una fase de definiciones. Mientras Ziliotto habla de abrir el juego y garantizar unidad, la interna promete subir de temperatura. La irrupción de Bensusán acelera los tiempos y confirma que, en La Pampa, el peronismo empezó a discutir el poder antes de lo previsto.