Los países organizadores de la Copa Mundial de Fútbol 2026, programado para el verano en Estados Unidos, México y Canadá, prevén altas temperaturas, en lo que es un desafío logístico y un riesgo para los hinchas y jugadores.
El SoFi Stadium en Inglewood, en Los Ángeles, llegó a instalar una quincena de ventiladores de más de dos metros de altura descansaban a la espera de que el escenario reciba ocho partidos del Mundial.
Si para entonces la temperatura supera los 26,7 °C, estos vaporizadores gigantes se desplegarán en el estadio. A 45 metros del césped, un techo garantiza sombra para los espectadores y el aire circula en este estadio abierto y no climatizado.
Otto Benedict, vicepresidente operacional de la sociedad que gestiona el estadio, inaugurado en 2020, le dijo a la agencia AFP que "con 70.000 personas en el estadio, en estado de emoción, queremos ser capaces de responder en caso de un fuerte calor".
Los otros 15 estadios del torneo no son igual de modernos y el sur de California no es tampoco la zona con mayor riesgo en esta competición, programada del 11 de junio al 19 de julio.

Un estudio publicado en el "International Journal of Biometeorology" menciona una "seria preocupación por la salud de los jugadores y árbitros en el Mundial 2026 vinculada a calores extremos" e identifica seis sedes "de alto riesgo": Monterrey (México), Miami, Kansas City, Boston, Nueva York y Filadelfia.
El informe "Terrenos en riesgo" de la asociación Football for Future precisa que en 2025 esas ciudades atravesaron al menos durante un día temperaturas superiores a 35 grados en termómetros de bulbo húmedo (WGBT), que tienen en cuenta temperatura y humedad, "el límite de la adaptación humana al calor".
El sofocante Mundial de Clubes del verano de 2025 en Estados Unidos estuvo marcado por estas condiciones a veces extremas, y la FIFA recibió críticas de jugadores y técnicos.
Por eso, ahora la máxima autoridad del fútbol decidió instaurar pausas de hidratación en los minutos 22 y 67 de todos los partidos mundialistas, independientemente de las condiciones, una buena noticia para marcas publicitarias y difusores.
Y el calendario priorizó los horarios en pleno día para los juegos en estadios climatizados (Dallas, Houston, Atlanta) y las horas más frescas de la tarde en las zonas de riesgo.
"Se observa claramente un esfuerzo para programar los horarios de partidos basándose en las preocupaciones vinculadas a la salud y rendimiento de los jugadores", le dijo en off un allegado al sindicato de jugadores FIFPro a la agencia AFP. Según él, esto sería "una consecuencia directa de las lecciones aprendidas en el Mundial de Clubes".