El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió este lunes en La Plata a los titulares de las dos CTA, Hugo “Cachorro” Godoy (CTA Autónoma) y Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), y ratificó una alianza política que combina dos objetivos centrales: frenar la reforma laboral que impulsa Javier Milei y avanzar en la construcción de una alternativa electoral para 2027.
La reunión se produjo apenas tres días después del encuentro que Kicillof mantuvo con la nueva conducción de la CGT, y confirmó el alineamiento de los principales sectores del sindicalismo con el proyecto político del mandatario bonaerense. En el repaso del año político, los tres coincidieron en que la reforma laboral del Gobierno nacional “va a hacer un desastre” en términos de derechos, empleo y organización del trabajo.
En ese marco, acordaron que 2026 será un año clave para profundizar la articulación política y social frente al modelo libertario. La estrategia apunta a construir un frente amplio que no se limite al peronismo tradicional, sino que incorpore a sectores del trabajo, la producción y las pymes afectados por las políticas de ajuste del Ejecutivo nacional.
Godoy y Yasky le plantearon al gobernador la necesidad de generar espacios de participación y debate con empresarios, sindicatos y organizaciones sociales, con el objetivo de consolidar una coalición que funcione como alternativa real al gobierno de Milei. La premisa compartida es que el respaldo social al Presidente se irá erosionando a medida que se profundicen las consecuencias económicas del ajuste.
La alianza entre Kicillof y las CTA ya tuvo traducción electoral. Hugo Yasky, que había ingresado al Congreso en 2021 por el kirchnerismo, logró renovar su banca en 2025 como parte del armado político del kicillofismo dentro de Fuerza Patria. La foto, sin embargo, también expone una tensión: mientras se fortalece el vínculo político, la provincia cerró el año sin aumentos ni bonos para los estatales, una decisión que generó malestar en sectores gremiales de base y marca un flanco sensible en la relación con el sindicalismo.