Desde el próximo 5 de enero, las familias de Villa La Angostura podrán comenzar a conectarse a la red de gas natural, un hito largamente esperado en una de las localidades más emblemáticas de la cordillera neuquina.
El anuncio fue confirmado por el gobernador Rolando Figueroa durante una visita oficial a la ciudad, donde encabezó una serie de actividades y comunicó avances en materia de obras y servicios básicos.
La habilitación del gas no es un hecho aislado, sino el resultado de una gestión política sostenida del gobierno provincial ante organismos nacionales y empresas del sector, que permitió comenzar a saldar una deuda estructural con la región cordillerana.
Según explicaron desde el Ejecutivo neuquino, el atraso en infraestructura básica es una de las principales herencias que recibió la actual administración en distintos puntos del territorio provincial.

Durante su recorrida, Figueroa puso en contexto el alcance del anuncio y lo vinculó a una estrategia más amplia de ordenamiento del Estado y corrección de desigualdades territoriales. “Arrancamos con un pueblo sin gas, porque no se podían conseguir habilitaciones, sin cloacas en todos los lugares, sin electricidad, sin estar interconectados a la red”, describió el mandatario, al trazar un diagnóstico del punto de partida.
En ese marco, detalló que la Provincia, a través del Banco Provincia del Neuquén (BPN), financió a la empresa Camuzzi para destrabar el funcionamiento del gasoducto cordillerano. “Por eso, a través del BPN, financiamos a CAMUZZI para que puedan activar el gasoducto cordillerano y el 5 de enero ya se comienzan a generar las habilitaciones para conectarse al gas”, explicó.
El gobernador subrayó además el carácter inédito del avance: “Hace por lo menos cinco años que no se conseguía una habilitación en la red. Ya es un cambio”, afirmó, al destacar la importancia del paso dado para vecinos y comercios de la localidad.

Figueroa aprovechó el anuncio para inscribirlo dentro de una política de fondo que, según remarcó, busca corregir asimetrías históricas entre las distintas regiones de Neuquén. Tras repasar el proceso de reducción de la deuda pública provincial durante sus dos primeros años de gestión, sostuvo que el siguiente objetivo fue avanzar sobre territorios que habían quedado sistemáticamente relegados.
“La presencia del Estado es importante y nosotros diseñamos una forma de vida y esa forma de vida tiene que llegar a todos los lugares”, señaló. En esa línea, recordó que durante años la riqueza generada en Vaca Muerta no se traducía en mejoras concretas para amplias zonas de la provincia: “Todo lo que se producía en Vaca Muerta no lo veíamos presente en ningún punto de la provincia”.
Ese diagnóstico, explicó, fue el que llevó a priorizar inversiones en rutas, escuelas y acceso a servicios básicos, incluso en un contexto de fuerte retracción del financiamiento nacional para la obra pública.
El gobernador también defendió los llamados Pactos de Gobernanza firmados con los municipios, que permitieron sostener obras estratégicas en un escenario de virtual retiro del Estado nacional del financiamiento de infraestructura. Según planteó, ese esquema de coordinación fue clave para avanzar con proyectos como el del gas en la cordillera.
Finalmente, Figueroa se refirió al proyecto del gasoducto que permitirá conectar el sur de la provincia con el gas de Vaca Muerta, una obra de gran escala prevista para iniciar en 2028. De concretarse, el emprendimiento no solo ampliará el acceso al servicio en la región cordillerana, sino que también fortalecerá el esquema de desarrollo provincial.
“Las empresas facturan el gas, nosotros cobramos más regalías, podemos hacer más obra, etcétera. Si el gas lo cobran otras provincias, no es un círculo virtuoso con nosotros, por eso es importante también conectarnos con Vaca Muerta”, concluyó.