El INTI dejará de verificar de forma directa los medidores de luz y agua potable. A partir de ahora, la tarea quedará en manos de laboratorios privados acreditados.
A través de la Resolución 213/2025, el Gobierno nacional formalizó un cambio estructural en el control de los servicios básicos para agilizar los procesos de certificación.
De esta manera, el Estado se retira de la fiscalización territorial de los equipos. El instituto pasará a tener un rol de supervisor de los laboratorios encargados de los ensayos.
Hasta hoy, el INTI era el encargado de ensayar y aprobar los modelos de medidores. Con la nueva norma, esta función operativa se transfiere íntegramente al sector privado.
El cambio también alcanza a instrumentos muy sensibles para el día a día, como los termómetros clínicos, los taxímetros y los radares de velocidad de las rutas.
"Se dispone el cese de las funciones operativas del INTI en el control de instrumentos", establece la medida publicada hoy en el Boletín Oficial, marcando el nuevo rumbo.

Los laboratorios encargados de las mediciones deberán estar acreditados ante el Organismo Argentino de Acreditación (OAA), quienes validarán que los equipos funcionen correctamente.
Sin embargo, el corrimiento estatal enciende alarmas sobre quién vigilará la rigurosidad de los controles cuando los mismos laboratorios cobren sus servicios a las empresas que deben controlar.
La medida busca habilitar el mercado de certificaciones para reducir demoras. El éxito del plan dependerá de que la autorregulación privada no afecte la precisión de las facturas que llegan cada mes a los hogares de los argentinos.
TM