31/12/2025 - Edición Nº1058

Sociedad


Memoria y justicia

Cromañón a 21 años: el fuerte mensaje en la misa de la Catedral porteña

30/12/2025 | Familiares, sobrevivientes y vecinos participaron de una misa en la Catedral a 21 años del incendio de Cromañón, una herida que sigue abierta.



A 21 años del incendio de República Cromañón, la Catedral Metropolitana de Buenos Aires fue escenario de una misa conmemorativa atravesada por la emoción, la memoria colectiva y un renovado reclamo de justicia. La celebración se realizó este 30 de diciembre y reunió a familiares de las víctimas, sobrevivientes y miembros de la comunidad que, año tras año, sostienen el recuerdo de una de las mayores tragedias no naturales de la historia argentina reciente.

La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, y concelebrada por el vicario general de la arquidiócesis, monseñor Pedro Cannavó; el arzobispo de San Juan de Cuyo, Jorge Eduardo Lozano; y el presbítero César Femia, rector del santuario de San Ramón Nonato, en la Ciudad de Buenos Aires.

Una homilía atravesada por la memoria y la esperanza

Durante la misa, monseñor Lozano puso en el centro el dolor persistente que dejó la tragedia.Cromañón no es solo un recuerdo: es una herida compartida que forma parte de nuestra historia como comunidad”, expresó en su homilía, al remarcar que la memoria no debe inmovilizar, sino fortalecer los lazos colectivos.

El mensaje se apoyó en una lectura evangélica atravesada por símbolos de fragilidad, espera y fe. En ese marco, el arzobispo subrayó que “el dolor no es la última palabra” y llamó a transformar la pérdida en una memoria viva que cuide la vida presente y futura.

El gesto simbólico de las 194 velas

Uno de los momentos más conmovedores de la celebración fue el encendido de 194 velas en el altar, una por cada una de las víctimas fatales. El gesto volvió a poner rostro y nombre al número que define la tragedia y expresó un mensaje claro: las vidas perdidas siguen presentes en la memoria colectiva y no serán olvidadas.

La misa concluyó con un llamado a sostener la esperanza sin renunciar a la verdad ni a la justicia. A 21 años de Cromañón, la Catedral volvió a ser un espacio de encuentro donde el dolor compartido se transformó, una vez más, en memoria activa y compromiso colectivo.

Qué fue la tragedia de Cromañón

La noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda Callejeros en el boliche República Cromañón, ubicado en el barrio porteño de Once, un incendio provocado por una bengala encendida dentro del local desató una catástrofe evitable. Las condiciones de seguridad eran precarias: salidas de emergencia clausuradas, sobreventa de entradas, materiales inflamables en el techo y ausencia de controles adecuados.

El saldo fue devastador: murieron 194 personas, en su mayoría jóvenes, y cientos resultaron heridas. La tragedia expuso una trama de corrupción, negligencia estatal y empresarial, y marcó un antes y un después en las políticas de control de espectáculos públicos en la Argentina.

Las consecuencias sociales, políticas y judiciales

Cromañón generó un profundo impacto social y político. Hubo reformas normativas, cambios en los sistemas de habilitación y control, y un extenso proceso judicial que derivó en condenas para responsables directos y funcionarios. Al mismo tiempo, el caso se convirtió en un símbolo del reclamo de justicia de las víctimas frente a un Estado que falló en su deber de cuidado.

Las familias y sobrevivientes se organizaron en espacios de memoria y lucha, sosteniendo durante más de dos décadas una demanda activa para que el hecho no quede reducido a una estadística ni a un recuerdo aislado del pasado.