El Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, hizo esa comparación al ser consultado por las críticas a los violentos allanamientos a los choferes que lo golpearon la semana pasada.

Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, hizo hoy una comparación de lo que sufrió Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes por un grupo de jóvenes en Villa Gesell en 2020, con el ataque que él mismo recibió la semana pasada por parte de colectiveros que se movilizaban por el asesinato de un chofer de la línea 620.

Golpearon a una persona de manera cobarde, patotera e innecesaria y esas imágenes me remontan a Fernando Báez Sosa y miren como terminó”, dijo el ministro de Seguridad en declaraciones radiales al ser consultado sobre si le molestaron las críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre la violencia de los allanamientos en las casas de los tres choferes que lo golpearon el lunes pasado.

“Si yo no hubiera tenido esa fortaleza para recibir lo que recibí, seguramente hoy estaríamos hablando de una situación mucho más complicada y no hay que poner el eje de la cuestión si el allanamiento fue mucho o poco. Se hizo todo según los protocolos y fue contundente de acuerdo a lo que pasó, de acuerdo a la manera cobarde en que actuaron”, contestó Berni en diálogo con Perfil Radio.

Ante esa comparación, a Berni le preguntaron: “¿Usted se sintió en los zapatos del joven asesinado por una patota en Villa Gesell?”.

A lo que el funcionario bonaerense contestó: “Yo no dije que me sentía en los zapatos de Báez Sosa, dije que si no hubiera tenido la fortaleza de mi historia de vida, hubiera terminado como Báez Sosa, nadie lo puede garantizar y las cosas no se dieron así, pero no hay que tomarlo con tanta liviandad y ponernos a discutir sobre si el allanamiento fue exagerado o no , porque hay protocolos que cumple la policía que se juega la vida cuando rompe una puerta y no sabe qué se va a encontrar del otro lado”.

Luego, insistió: “Ponernos a discutir eso es intrascendente, usted está hablando con un funcionario que no evita los problemas, que no está discutiendo candidaturas cuando la gente la pasa mal, que no está disociado de lo que le pasa a la gente, sino que está todo el día en la calle y en relaciones con cientos y cientos de bonaerenses”.

Por otra parte, Berni, consultado sobre quién lo había convocado en la manifestación de choferes que se quejaban de la inseguridad en el conurbano tras el asesinado de su compañero por parte de dos delincuentes, aseguró: “La gente. Cada vez que hay un problema en la Ciudad de Buenos Aires me convocan a mí; si se pierde una chica, me convocan a mí, su hay un problema dónde sea, me convocan a mí. Y es porque siempre estoy y mi reacción no es la de la política que siempre especula”.

Y sumó: “Me convocan a mí porque soy el único funcionario que camina la calle”.

Berni también explicó a qué conclusión llegó después de los golpes que recibió cuando el lunes pasado fue a la protesta de choferes que se manifestaban por el asesinato de Daniel Barrientos el domingo 2 de abril en el barrio Vernazza de Virrey del Pino.

Hay una gran crítica hacia gran parte de la política, donde se visualiza siempre una disociación en la realidad, entre lo que le pasa a la gente y la política. Me parece que lo que ha quedado en evidencia es que está hablando con un funcionario que está todo el día en la calle, que no se esconde detrás de un escritorio, que no hace especulaciones a través de declaraciones rimbombantes, ni a través de redes sociales, sino que está trabajando en la calle todo el día”, dijo.

Consultado sobre si cree que los golpes que recibió fue por el enojo que la gente tiene contra los políticos, dijo: “Es muy difícil hacer esas conclusiones. Lo que sé es que había mucha gente, 300 o 400 personas, y los violentos fueron entre seis y diez, no más de eso. Violentos que la misma gente repudió, que los mismos colectivos repudiaron, y cuando llegó la policía de infantería estábamos en pleno proceso de ver donde nos reuníamos”.

Por otra parte, dijo que “estaban en plena disputa gremial, internas gremiales de la UTA, cuestiones que nada tienen que ver con la triste muerte del colectivero”.