El Senado aprobó hoy el proyecto de ley de ampliación del Registro Nacional de Datos Genéticos y los pliegos de dos camaristas federales.
La iniciativa establece modificación a la ley 26.879 de 2013, que creó el Registro Nacional de Delitos Genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual y que disponía la obtención de muestras genéticas de agresores sexuales con condena.
Con la modificación se busca que este registro comprenda perfiles genéticos de autores de todo tipo de delitos, además de que ya no haría falta que el delincuente tenga una condena en su contra: con tan solo la imputación penal de un adulto mayor de 18 años la Justicia puede requerir la muestra.
Un aspecto discutido en la Cámara baja había sido el ámbito en que iba a funcionar, pero la cuestión se zanjó al fijar al Ministerio de Justicia “o el organismo que en un futuro lo reemplace”.
Otro punto es que amplía el registro es la incorporación de la huella genética (ADN de contacto), ya que antes el ADN solo se extraía a través de los fluidos, es decir, sangre, semen o saliva.
El kirchnerismo fustigó contra el proyecto y mocionó -sin éxito- para que la iniciativa regresara a comisión, a través de la voz del senador Oscar Parrilli. Si bien destacó la importancia de la ampliación, Parrilli pretendía aplicarle modificaciones, principalmente al artículo que suma la figura de imputado penal.
Antes del inicio del debate del Registro de Datos Genéticos, cerca de las 13, la Cámara alta aprobó las prórrogas solicitadas por los camaristas federales Jorge Eduardo Morán y Roberto Enrique Hornos, que habían pedido acuerdo para estirar su estadía en el Poder Judicial por cinco años más.
De esta manera, Morán continuará en su rol como vocal de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capital Federal, sala IV; mientras que Hornos seguirá como vocal de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico de la Capital Federal, sala B.