El intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, dispuso que el próximo lunes se deberán presentar en todas las áreas que aparecían trabajando unas 600 personas contratadas y que trabajan políticamente con La Cámpora.

De vuelta como intendente de Hurlingham, Juanchi Zabaleta trevisa uno por uno los contratos que dejó su interino el concejal Daniel Selci, que responde políticamente a La Cámpora.

Por tal motivo Zabaleta dispuso que el próximo lunes se deberán presentar en todas las áreas que aparecían trabajando unas 600 personas contratadas y que trabajan políticamente con La Cámpora a las cuales en diciembre último se le quitaron todos los incentivos salariales que hacían multiplicar por diez sus recibos originales.

En un nuevo capítulo de la guerra que se está viviendo en un distrito clave del conurbano como es Hurlingham, ya que la relación de Zavaleta con los dirigentes locales de La Cámpora, Martín Rodríguez, el segundo de Luana Volnovich en el PAMI y del concejal Damián Selci, quien fue interino mientras Zabaleta era ministro de Desarrollo Social, está totalmente rota, el intendente adoptó una típica postura de “barón del conurbano” y quiere conocer, personalmente, a cada uno de los trabajadores que integran su nómina salarial y qué funciones cumplen.

Bajo el título “Reempadronamiento del personal contratado”, cada director y secretario municipal citó para el próximo lunes a las 8 a las personas que cobraban sueldos mucho más elevados que el resto de los trabajadores municipales y que nadie sabe qué funciones cumplían.

El jefe comunal tomó la decisión de dar de baja los extras que recibían cerca de 600 personas, la mayoría tomadas durante el mandato de La Cámpora, y disminuyó drásticamente las remuneraciones que cobraban todos los meses a solo 20.000 pesos, que es la cifra establecida para esos contratos municipales previstos para situaciones puntuales.