“La gente de los barrios la está pasando mal, las ollas están vacías”, dijo la legisladora.
La diputada nacional Natalia Zaracho le pidió al gobierno de Javier Milei que “si no está de acuerdo en cómo se manejan las organizaciones sociales, que busque una forma para que los alimentos lleguen a las familias”.
En declaraciones a Es un Montón, por Radio Provincia AM1270, la legisladora valoró la presencia de las organizaciones sindicales en la procesión por San Cayetano, porque “demuestra que no solamente la economía popular la está pasando mal, sino todos”. Precisó que “los trabajadores registrados y sindicalizados tampoco llegan a fin de mes”, por lo que “hoy tener un recibo de sueldo no garantiza estar por encima de la línea de la pobreza, o incluso de la indigencia”.
Zaracho aclaró que pese a que “ocupo una banca en la Cámara de Diputados, después vuelvo a mi barrio y veo que mi vecino se quedó sin laburo, cómo avanza el narcomenudeo y rompe familias, que los comedores están explotados”.
Según consideró, “esto no es casual”, por cuanto describió que “hay una política de hambre planificada que llevan adelante el presidente Milei y la ministra Pettovello, que desde febrero no están entregando comida”. En ese marco, planteó que “si no están de acuerdo en cómo se manejan las organizaciones populares, que busquen una forma para que los alimentos lleguen a las familias que la están pasando mal”.
La militante cartonera sostuvo que “esto de que el mercado controla, no funciona”, ya que “no va a controlar en favor de que la gente pueda comer”. En tal sentido, indicó que “hoy los precios de los alimentos son violentos” y lamentó que “la gente tiene que elegir entre comprar un medicamento o tener una comida garantizada”. Seguido, criticó que “nos quieren llevar a que nos acostumbremos a estar mal, a no tener todas las comidas diarias, pero eso no lo vamos a negociar”.
La legisladora insistió: “La gente de los barrios la está pasando mal, las ollas están vacías, no alcanza la comida porque hay una política de desfinanciar y romper la comunidad organizada”, por cuanto denunció que “no solo atacan a los comedores de las organizaciones sociales, sino que a las iglesias y a las escuelas tampoco llegan los alimentos”.
Por tal motivo, convocó a “organizarse y resistir”, mientras que “a los que nos toca ocupar un lugar de representación, tratar de tener una impronta para pensar un proyecto que empiece por la agenda de los últimos”.